A Coruña acogerá este sábado, día 8 de junio, la primera manifestación convocada de manera conjunta por los representantes de las plantillas de Alcoa (A Coruña y San Cibrao), Ferroatlántica (Sabón y Cee-Dumbría) y Celsa Atlantic (A Laracha) dentro de un plan de movilizaciones para reclamar una tarifa estable y accesible para que la industria electrointensiva pueda competir a nivel europeo, en espera de que la regulación energética industrial (el estatuto electrointensivo que tramita el Gobierno) reciba luz verde.

Las fábricas que más energía necesitan para producir (electrointensivas) temen por su futuro ante la subida del precio de la electricidad y la ausencia de una tarifa estable en España. Cuando el recibo eléctrico amenaza la cuenta de resultados de la empresa electrointensiva, que sostiene 5.000 empleos en Galicia, los trabajadores son los primeros en sufrir. Es el caso de Alcoa y Ferroatlántica, las dos principales firmas electrointensivas de Galicia, ambas con expedientes de regulación de empleo (ERE) -de distinto calado- sobre la mesa. La plantilla de Celsa Atlantic también teme a los ajustes. Los comités de empresa de estas tres industrias del metal se han reunido esta mañana en A Coruña para acordar un calendario de movilizaciones conjuntas en respuesta a la convocatoria de la subasta de primas eléctricas, que vuelve a reducir las bonificaciones a la factura eléctrica de la gran industria. La primera gran manifestación conjunta está convocada para este sábado, día 8 de junio, a partir de las 12.00 horas en A Coruña, con salida en la plaza de A Palloza.

El objetivo de esta movilización es reclamar al Gobierno un precio eléctrico "competitivo". En rueda de prensa, los presidentes de los comités de empresa de las fábricas han reprochado hoy al Gobierno la reducción en "presupuesto y bloques" en la próxima subasta de interrumpibilidad. "El Gobierno tiene que decantarse por la industrialización o apostar por favorecer a las eléctricas", ha asegurado el presidente de Celsa Atlantic. "No pedimos subvenciones ni ayudas que no sean legales, pedimos un precio regulado para la industria electroitensiva que existe en otros países", ha expuesto, a su vez, Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de Alcoa Coruña. En el caso concreto de esta planta, ha acusado también al Gobierno de "no cumplir lo prometido" tras la exclusión de esta subasta de interrumpibilidad a las fábricas de A Coruña y Avilés. Así, ha advertido al Ejecutivo que en estos momentos, con la actual puja y sin estar aprobado el estatuto electrointensivo, "si alguien puede cerrar las plantas es el Gobierno", ha añadido ante la disposición de Alcoa a vender, según ha expuesto.

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Los comités de Alcoa, Ferroatlántica y Celsa se alían

MOVILIZACIONES

En cuanto a la movilización, a la que se podría sumar otra el 17 de junio en Madrid con el inicio de la subasta, ha explicado que será el día 8 en A Coruña y que partirá a las doce horas desde la plaza de A Palloza hasta la Delegación del Gobierno. "El último clavo que nos acaba de clavar -el Gobierno- es la reducción de bloques en la puja", ha afirmado el presidente del comité de Alcoa San Cibrao, Xosé Paleo, sobre los motivos de la protesta tras la celebrada recientemente en Santiago.

"Se están riendo de nosotros, la subasta es peor que la anterior", ha lamentado por su parte el representante de Ferroatlantica Cee- Dumbría, Santiago Paz. En similares términos, se ha pronunciado Alberto Ferreiro, de Ferroatlantica Sabón, quien ha reclamado una regulación para las empresas electrointensivas que elimine el sistema de pujas " cada seis meses".

TODOS A UNA

La protesta iniciada por la plantilla de Alcoa de A Coruña (400 empleos directos) y la de Avilés (unos 300) cuando la multinacional anunció el cierre de ambas plantas en octubre suma adeptos. El personal de la aluminera de San Cibrao (1.200 trabajadores) se suma por el temor a que también esta fábrica de aluminio „la única del país en activo„ eche el cierre. "Si no se toman medidas urgentes, la producción de aluminio primario en España será inviable", advirtió el pasado lunes Alcoa a la vista de la convocatoria de la subasta de interrumpibilidad, que vuelve a mermar los bonus eléctricos para el segundo semestre. El cierre en Cervo sería una "hecatombe" económica para A Mariña, avisa el comité. Con el futuro de las plantas de A Coruña y Avilés pendiente de una venta cuyo plazo expira el día 30, ambas quedan excluidas de puja -en contra de lo que había dicho el Gobierno- por haber parado su producción en febrero.

Los trabajadores de Ferroatlántica quedaron tocados por la última puja, en diciembre. Los malos resultados obligaron a la compañía del grupo Villar Mir, según argumentó, a paralizar en enero un horno más en la fábrica de silicio de Sabón (Arteixo) y dos en la planta de ferroaleaciones de Brens (Cee). Al mes siguiente aprobó un ERE de dos años para todos sus trabajadores (550 en España, 400 de ellos en Galicia). Por el momento, los despidos del personal propio no se han producido pero sí han perdido su trabajo los subcontratados. El comité teme que la nueva subasta les dé la puntilla. Entretanto, la plantilla de Cee-Dumbría alerta de un nuevo movimiento "especulativo" de Villar Mir para tratar de hacer negocio con las concesiones hidroeléctricas del Xallas, vendiéndolas en lote con la fábrica pero dejando esta sin futuro. La semana pasada el comité de empresa de Ferroatlántica en Cee-Dumbría se reunió con los grupos del Parlamento gallego para reclamarles que velen por el cumplimiento de las concesiones de los saltos de agua vinculados a la fábrica y por su continuidad.

De Celsa Atlantic no ha trascendido ningún conflicto laboral reciente. Sin embargo, el personal de la siderúrgica de A Laracha es consciente de que la actividad y el empleo peligran si la electricidad -que supone hasta el 40% de los costes de producción de Alcoa- no ofrece un precio estable y competitivo. El problema de la energía amenaza también a Megasa Showa Denko Carbón, electrointensivas con actividad en A Coruña.