Si acompañan las condiciones meteorológicas, muy caprichosas en esta zona del Mar del Norte a 50 kilómetros de la costa británica de Suffolk, este fin de semana Iberdrola empezará a colocar los primeros aerogeneradores de los 102 que alimentan el mayor proyecto renovable de su historia. El parque eólico East Anglia One, de 714 megavatios (MW) es una enorme extensión equivalente a 40.000 campos de fútbol que suministrará electricidad limpia a más de 630.000 hogares del Reino Unido. Directa desde aquí a Londres y sus alrededores. A nivel del mar es posible ver los esqueletos metálicos sobre los que se asentarán los molinos. Llevan sello gallego. Del astillero de Navantia en Fene salieron 42 de las jackets, ancladas al lecho marino con las cimentaciones preparadas por la asturiana Windar. El tándem entre ambas empresas ya asumió una parte importante del parque offshore de Iberdrola en Vikinger, inaugurado el pasado mes de octubre. Y ambas concurren otra vez a la adjudicación organizada por el grupo energético para su estreno en el sector en Francia. Iberdrola tiene previsto decidir los suministradores del parque de Saint-Brieuc, en la bretaña francesa y con 496 MW.

Será la primera vez que Iberdrola trabaje con turbinas de 8 MW de potencia. Son lo último en aerogeneradores, más eficientes, pero también pesan más porque las palas son de mayor dimensión, lo que condiciona el resto de la estructura. "La cimentación tiene que evolucionar, también los medios de puesta en obra -explica Rafael Vara, director del proyecto-. Todo tiene que desarrollarse a la vez". Además de un nuevo reto de ingeniería, la alianza de Navantia y Windar tuvo que tener en cuenta esta vez en su oferta los requisitos del Gobierno francés para la concesión del parque, con la obligación de garantizar 250 empleos en la zona dentro de un plan industrial. Iberdrola puede conceder la contrata de las cimentaciones y jackets entera o por partes, como ocurrió en el East Anglia One. "Todas las opciones están abiertas hasta que no concluya el proceso", asegura Vara.

Precisamente en el East Anglia One están en estos momentos en uno de los picos de actividad, entre la colocación de los aerogeneradores, la docena de jackets aún pendientes y el cableado. Unas 1.300 personas trabajan para concluir el parque que empezará a verter electricidad a la red inglesa el próximo 2020. La instalación de los molinos implica una operativa complicada, con una semana y media para cada uno desde la salida del barco que lleva las máquinas desde el puerto de Great Yarmouth, donde se montan previamente. Un dato que ilustra a la perfección la dificultad: cada pala mide 75 metros de largo, casi tanto como un avión del modelo Airbus A380.

El macroparque de Iberdrola en Reino Unido es solo una parte del ambicioso proyecto que tiene para esta zona de la mano de su filial Scottish Power. Hay previstos dos complejos offshore más que suman hasta 2.000 MW y que están ahora mismo en diferentes fases de tramitación.