El traspaso de las fábricas de aluminio de A Coruña y Avilés a Parter Capital Group está cada vez más cerca, a diez días para que expire el plazo de venta y evitar el despido colectivo. El comité de empresa de A Coruña aseguró ayer tras reunirse con Alcoa que está dispuesto a ratificar el preacuerdo que la multinacional firmó con el fondo suizo „como pide la firma para cerrar la operación„ si la Mesa Industrial Estatal en su conjunto suscribe un documento de apoyo a la compraventa. Este foro creado para gestionar la crisis de la aluminera se reúne esta tarde, con representación de los ministerios de Industria y Transición Ecológica, la Xunta, el Principado, Alcoa, los comités de empresa y el nuevo inversor, Parter.

El presidente del comité coruñés, Juan Carlos López Corbacho pone por delante que "debe ser la Mesa Industrial Estatal la que avale el proceso", ya que fue la que "gobernó la búsqueda de una solución para las plantas" y considera que por tanto le corresponde "confirmar que se cierra el capítulo iniciado en enero", en referencia a la fecha de la firma del ERE (expediente de regulación de empleo) que afecta a los 375 trabajadores de A Coruña y 313 de Avilés. Si todas las partes implicadas apoyan la venta„el Gobierno ya ha manifestado su conformidad„ y una vez revisadas las garantías laborales, los trabajadores están dispuestos a firmar. "Es la venta a Parter o ejecutar el ERE", resume Corbacho, quien admite que pasar a manos del fondo de inversión no es "la situación ideal" pero aun así califica la reunión de hoy de "oportunidad única" para cerrar el acuerdo.

A los gobiernos central y autonómicos, los trabajadores les solicitan que sustancien su apoyo en compromisos que ayuden a la viabilidad industrial de la plantas. "Sabemos lo que pone Parter [10 millones de inversión por planta y garantía de empleo de dos años], sabemos lo que pone Alcoa [más de 40 millones de euros para recuperar las instalaciones], pero no sabemos lo que pone el ministerio [de Industria] y las administraciones", incidió Corbacho.

La reunión de ayer de la comisión de seguimiento del ERE sirvió para desgranar el preacuerdo con Parter, sobre el que los trabajadores pidieron que Alcoa corrija varias cláusulas. La discrencia principal surgió respecto a tiempo de mantenimiento del empleo, 24 meses según la oferta vinculante. El documento mostrado ayer a los trabajadores rebajaba la cifra a 12 meses, un punto que Alcoa accedió a subsanar.

Además del visto bueno de la comisión negociadora (formada por siete miembros del comité de empresa de A Coruña y seis de Avilés), la aluminera estadounidense ha solicitado un informe al Comité Europeo (representación sindical de las fábricas en el continente), que en todo caso no es vinculante.

Por otra parte, la empresa remarcó ayer que la venta en bloque de las dos factorías al fondo de inversión suizo es la única alternativa. Horas antes de la reunión de la comisión de seguimiento del ERE de ayer, el otro fondo de inversión que junto con Parter llegó a presentar una oferta vinculante hizo el último intento de recolocarse en el tablero de juego de la venta. Quantum, que hasta ahora había pujado solo por Avilés envió una nueva propuesta para adquirir las dos fábricas, según pudo saber este periódico. Sin embargo, fuentes oficiales de Alcoa negaron haberla recibido e insistieron en que el inversor alemán quedó excluido. La multinacional estadounidense sigue centrada exclusivamente en la venta a Parter, que a su juicio ofreció mayores garantías y plantea la reactivación de la producción de aluminio primario „el fondo promete reactivar la electrólisis en caso de que el precio de la electricidad sea competitivo„. El proyecto de Quantum descarta la producción electrointensiva y se centra en las fundiciones.

La propuesta mejorada de Quantum, que queda en vía muerta, habla de crear un gran polo de reciclaje de aluminio español que abastecería a las industrias de transformación de este material que gestiona el fondo gestiona en varios países europeos. Igual que Parter, garantizaría los 700 empleos dos años, con opción a aumentar plantilla si el precio del kilowatio/hora desciende. Alcoa desechó la oferta vinculante de Quantum en su día por dos razones: falta de garantías financieras y el descarte de la fábrica de A Coruña. El fondo alemán acudió al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para reforzar su solvencia. Pero la mejora de condiciones de Quantum llega tarde, con la venta a Parter solo pendiente de los últimos flecos.