A la vista de la evolución de los salarios, tendrán que pasar décadas para que en España exista una equiparación real entre lo que cobran las mujeres y los hombres. Muchas décadas y muchas medidas para acabar con la discriminación del colectivo. La ganancia media de ellos se situó en 26.391,8 euros anuales en 2017, según la Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ellas reciben 20,607,8 euros. Una diferencia, por tanto, del 21,9%, que en el caso de Galicia asciende al 22,6%, con 24.321 y 18.833,5 euros, respectivamente. Aunque en términos relativos la distancia entre hombres y mujeres en la comunidad se acortó ligeramente en comparación con el ejercicio anterior „en 2016 ascendía al 23%„, en efectivo la diferencia aumenta en casi diez euros, de 5.479,7 euros a 5.488. Porque la subida en la remuneración de las trabajadoras gallegas (2,9%) fue mayor que la de los hombres (2,3%), pero es tan ligera que con la base más alta que tienen ellos su incremento se nota más en el bolsillo. La brecha se dispara a medida que la nómina es menor, ligada a trabajos más básicos y menor jornada.

Hasta el punto de que en el grupo de peor remuneración en Galicia, las mujeres ganan la mitad que los hombres. Si cogemos el 10% de los empleados con sueldos más bajos, las mujeres rondan los 6.405 euros anuales, mientras que los hombres llegan a los 12.288 euros. En el análisis con la cuarta parte de esas retribuciones más bajas, la brecha se reduce al 31,2%: 11.192 euros para las mujeres y 16.269 euros entre los hombres. Si subimos a la mediana „partimos en dos mitades exactas el mercado laboral por sexos„, ellas ganan un 23% menos (15.970 euros) que ellos (20.715 euros). La menor diferencia está en los mejores empleos y, por tanto, con mayor retribución. En el 10% de los salarios más altos en Galicia, la brecha se sitúa en el 17,7% (7.327 euros), con 33.958 euros para las mujeres y 41.285 euros en los hombres.

La masculinización de la construcción impide tener datos suficientes como para extrapolar la brecha de género en el sector. No varía demasiado en el resto de actividades: supera ligeramente el 23% en la industria y se mueve alrededor del 22% en los servicios. Sí hay oscilaciones importantes en función del tipo de contrato. Mientras en los temporales las mujeres se embolsan un 12,5% menos, en los puestos indefinidos el porcentaje aumenta hasta el 24%.

Aún así, Galicia no es el territorio con mayor brecha salarial. En Asturias salta del 30%, con más de 8.400 euros de diferencia. En Navarra alcanza el 26,3% (7.800 euros) y supera el 24% en Andalucía, Cantabria, Castilla y León y Murcia. En el conjunto del país, cerca de dos de cada diez mujeres tuvo ingresos menores o iguales al salario mínimo en 2017, frente al 7,8% de los hombres. Entre los salarios más elevados, el 8% de los hombres cobra cinco veces o más por encima del SMI, cuando en el caso de las mujeres es el 4,2%. La proporción de trabajadores con ganancias bajas, como sucede en Galicia, es contundente: el 64% son mujeres.