La venta de las fábricas de aluminio de A Coruña y Avilés al fondo suizo Parter Capital Group se hace de rogar. Dos semanas después de que el inversor helvético fuese elegido por Alcoa como comprador, tal como adelantó LA OPINIÓN, el cierre de la operación roza la fecha límite por la resistencia de los sindicatos a dar su conformidad. Los comités de empresa de ambas factorías y la dirección de la multinacional se levantaron ayer de la mesa sin acuerdo, tras seis horas de reunión. "No ha sido posible el acercamiento. Nos volveremos a reunir el viernes", zanjó el presidente del comité coruñés, Juan Carlos López Corbacho, sin concretar las posturas de cada parte. "Desde A Coruña consideramos que el acercamiento no ha sido posible por la espantada de las administraciones públicas, que llegado el momento de tomar decisiones y dar garantías para el empleo y la continuidad de las fábricas desaparecen", argumentó el comité de A Grela en un comunicado tras la reunión. Para las 15.30 horas de hoy está fijada una asamblea en la fábrica coruñesa. El domingo es el día límite para evitar el despido colectivo.

"Lamentamos que los representantes de los trabajadores no hayan firmado hoy en apoyo de la adquisición de las plantas por parte de Parter Capital. Necesitamos que el documento esté firmado cuanto antes ya que es un paso necesario para finalizar la transacción el 30 de junio", señalaron fuentes oficiales de la aluminera tras el encuentro. El visto bueno de los trabajadores no es necesario legalmente pero la empresa ha decidido establecerlo como requisito.

Parter garantiza el 100% del empleo actual (375 trabajadores en A Coruña y 313 en Avilés) durante dos años. Después, 250 puestos en cada fábrica para las fundiciones y más plantilla en caso de reactivar las electrólisis (si el precio de la luz lo permite). Aún así, los comités negocian salidas pactadas para los trabajadores que no quieran seguir en la fábrica con el nuevo inversor, a partir del 1 de julio. Será el fondo suizo quien deba costear esas indemnizaciones, puesto que el ERE indica que si hay venta, "el comprador asuma la totalidad de los trabajadores y Alcoa no deba realizar despido, recolocación ni prejubilación alguna". Así lo confirmaron ayer fuentes oficiales de la multinacional.

"Hoy estamos más cerca de solucionar la crisis de Alcoa", señaló ayer la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, tras la reunión de diez horas que mantuvieron el martes los sindicatos con representantes del fondo suizo Parter Capital para conocer los detalles de su proyecto para las factorías de A Coruña y Avilés, enfocado en la refusión. Maroto incidió en que la de Parter es "una oferta válida" porque cumple las condiciones que se negociaron en la mesa del proceso de venta (mantenimiento de la actividad en las dos plantas y de la plantilla, al menos dos años) y además "tiene un plan industrial y un proyecto para seguir trabajando en España más allá de dos año". "A los comités de empresa les pedía que confiaran en el Gobierno y hemos trabajado con lealtad", añadió Maroto.

El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, insistió ayer en que el Ejecutivo central está "comprometido con la industria en A Coruña y también en el caso de Avilés" y advirtió de que "otro Gobierno dejaría cerrar Alcoa".