Las grandes corporaciones tecnológicas conocen bien su mundo y también el tributario. Lo habitual es que asienten sus sedes fiscales en países con menos presión fiscal para aligerar costes y disparar el beneficio. Y la popular Netflix no es una excepción. La compañía solo desembolsó 3.146 euros en España por el Impuesto de Sociedades „el que grava el beneficio de las empresas„ el último año, según desveló ayer el diario Cinco Días. La cuantía es muy similiar a la que desembolsa un trabajador que gana 24.000 euros anuales.

Desde su desembarco en el país en 2015, todos los ingresos del gigante audiovisual se van a una sociedad, Netflix Internacional B.V., radicada en Holanda. La compañía creó el pasado agosto dos filiales en España dedicadas a producción y marketing. Ambas facturaron poco más de 530.000 euros, con ganancias de 9.439. Solo en el primer trimestre, Netflix facturó 4.006 millones en el mundo.