El Banco de España recibió 19.695 reclamaciones de clientes contra entidades el pasado 2018, un 51% menos que el ejercicio anterior (40.176) después de los máximos registrados por las quejas en los gastos de formalización de las hipotecas. El desplome es muy parecido en el caso concreto de Galicia, que venía arrastrando cifras de récord también durante los años de conflicto por las preferentes, las cláusulas suelo y los costes en los créditos para compra de vivienda. Se reducen un 55%, hasta las 879. Es una de las comunidades con menos quejas por cada 100.000 habitantes (37), frente a una medida estatal de 49,5, según la memoria divulgada ayer por el supervisor.

Pese a los cambios normativos, la mayoría de reclamaciones en 2018 siguieron afectando a las hipotecas. Supusieron el 54% del total. En 2017 superaron el 81%. "Lo veremos con el paso del tiempo, pero creo que la nueva regulación va a permitir que se reduzca notablemente", asegura el director del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del supervisor, Fernando Tejada, respecto a la nueva ley hipotecaria.

Una de cada tres quejas presentadas (6.708) fueron resueltas el pasado año: 4.706 concluyeron con un resultado favorable al reclamante y 2.002 a la entidad. De entre las primeras, en 1.271 casos la entidad rectificó tras recibir informe contrario a sus intereses. En 2.052 casos se produjo un allanamiento de la entidad a las pretensiones del reclamante antes de la elaboración del correspondiente informe por parte del Banco de España. En los 1.138 expedientes restantes, la entidad no rectificó a pesar de la emisión de informe favorable al cliente. El porcentaje total de rectificaciones de las entidades alcanzó un 70,6%. El importe devuelto a los reclamantes alcanzó los 2,6 millones (-7%).