Unos 150 transportistas del carbón recorren Galicia para protestar contra la falta de actividad y denunciar que llevan dos meses "parados". El presidente de la Asociación do Colectivo de Transporte do Carbón, Manuel Bouza, explicó ayer que hace un año se les comprometió a los camioneros carga de trabajo en la central térmica de Endesa en As Pontes (A Coruña) porque "no había problema ninguno" para su continuidad, a pesar de las reformas energéticas necesarias con el fin de adaptarse a la normativa europea „en cambio la central de Meirama, en Cerceda, cerrará en 2020„. Esto les llevó a invertir en nuevos vehículos menos contaminantes para el abastecimiento de carbón de la central de As Pontes, por más de cinco millones, para adaptarse al plan de inversiones de Endesa, pero ahora ven paralizado su trabajo "sin aviso". Una situación de la que responsabilizan al Ejecutivo central. Los transportistas gallegos del carbón son unas 500 personas de más de 200 empresas. Hoy se movilizan en Madrid para exponer sus demandas en el Ministerio para la Transición Ecológica.

Por su parte, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, trasladó ayer apoyo del Gobierno gallego a sus reivindicaciones. La Xunta critica las "consecuencias de una transición energética desordenada a nivel estatal".