La riqueza financiera neta de las familias (diferencia entre sus ahorros y sus deudas) aumentó un 4,1% en el primer trimestre del año respecto al cierre de marzo de 2018, puesto que pasó de 1,37 billones a 1,45 billones de euros.

Según las Cuentas Financieras publicadas ayer por el Banco de España, el grueso de los activos de los hogares está en efectivo y depósitos (887.537 millones de euros, el 40% del total), seguido de acciones (607.980 millones, el 27%), seguros y fondos de pensiones (353.099 millones, el 16 %) y participaciones en fondos de inversión (318.828 millones, el 14%).

En suma, el saldo de activos financieros de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro se situó en marzo en 2,23 billones de euros, 2,9% más que doce meses antes, aumento que es resultado de compras netas por 18.000 millones de euros y de revalorizaciones netas por 45.000 millones que se deben al aumento de los activos de renta variable. Entre los activos, destaca el aumento de efectivo y depósitos en un 4,3%, con evoluciones dispares en el efectivo, que bajó un 14,3%, y en los depósitos, que aumentaron el 11,8%.

Las tenencias de deuda disminuyeron un 11%, en un contexto de fuerte descenso de las rentabilidades de letras y bonos, hasta situarse en 17.167 millones, cifra que contrasta con los 86.396 millones que tenían las familias al cierre de 2011.

También en el capítulo de participaciones en el capital de sociedades y participaciones en fondos de inversión las evoluciones son divergentes, puesto que los españoles tenían en acciones cotizadas un 11% menos que un año antes (hasta 119.408 millones), mientras que en las no cotizadas la tenían 340.696 millones, el 6,5% más.

En fondos de inversión, al cierre de marzo de este año los españoles tenían 318.828 millones de euros, el 0,46% menos que doce meses antes. En seguros y pensiones, acumulaban a cierre de marzo pasado 353.009 millones, un 0,85% más un año antes.