Los ministros de Finanzas del G7, reunidos ayer y anteayer en la localidad francesa de Chantilly, alcanzaron un compromiso en apoyo del establecimiento para finales de 2020 en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de un sistema que permita gravar aquellos modelos de negocio digitales sin presencia física en los mercados donde realizan sus actividades, así como de fijar un nivel mínimo impositivo para las empresas.

Los ministros justifican su acuerdo en la "urgente necesidad" de abordar los desafíos fiscales planteados por la digitalización de la economía, expresando su "total apoyo" a las soluciones planteadas por la OCDE para 2020, en línea con lo pactado por los líderes del G20.

De este modo, el G7 apoya el desarrollo de regímenes fiscales que permitan gravar las actividades de nuevos modelos de negocio, como aquellos altamente digitalizados, al margen de la presencia física de las compañías en el territorio. El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire y anfitrión de la reunión, destacó el entendimiento alcanzado con su homólogo estadounidense, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, para alcanzar un consenso entre el punto de vista de EEUU y el de Europa.