"Es un semestre histórico". Con esta contundencia iniciaba el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, la presentación de los resultados de la entidad gallega hasta junio, ayer en Vigo. Seis meses en los que el banco ganó 250,1 millones de euros, un 1,3% más que en el mismo periodo del año pasado, y alcanzó un nivel de rentabilidad del 10,7%. Todo ello en un balance que recogió por primera vez los efectos de la integración de Deutsche Bank PCB Portugal, que hace que Abanca roce los 80.000 millones de volumen de negocio (un crecimiento del 13,6%) y que, en palabras de Escotet, los convierte "en un banco de dimensión ibérica". A la espera de finalizar la integración de Banco Caixa Geral (que elevará el volumen a los 85.000 millones de euros), el presidente de la entidad no descartó nuevas compras, pero sí borró del mapa la idea de una nueva ofensiva por Liberbank. Según Escotet, "los esfuerzos en esa dirección están agotados", ya que la firma asturiana "no tiene interés" en "procesos de integración".

En la rueda de prensa de ayer en Vigo, el financiero fue preguntado por los periodistas acerca de si Abanca intentará de nuevo la compra del banco de origen asturiano. Según Escotet, un movimiento así es inviable en un futuro "inmediato" y manifestó que estarán "atentos a lo que ocurra en el mercado", pero sin "ninguna obsesión por el tamaño" y sin descartar "opciones de crecimiento inorgánico que se pudieran presentar".

Abanca, con un tamaño un 27% superior al de Liberbank, protagonizó en el verano de 2017 y en febrero de este año dos intentos de hacerse con la entidad asturiana para conformar el que sería el sexto mayor banco del país. Ninguna de las dos fructificó y cuando el pasado 14 de mayo se rompieron las negociaciones de la fusión entre Liberbank y Unicaja los rumores volvieron a surgir.

En Liberbank el discurso público es el mismo que tras la ruptura con Unicaja: la entidad considera viable seguir en solitario y no será activa en la búsqueda de nuevas fusiones, aunque estudiará las ofertas que pudieran plantearse. Ahora las palabras de Escotet cierran cualquier opción de ofensiva por una entidad cuyas acciones retrocedieron ayer el 2,04% (hasta los 0,346 euros por título). Las manifestaciones de Escotet enfrían así las expectativas de nuevas operaciones corporativas a corto plazo y la dirección de Liberbank se reafirma en el propósito de no buscar fusiones de manera proactiva y de continuar en solitario con su plan estratégico.

Resultados

Abanca, mientras, sigue presentando buenos resultados. Flanqueado por el consejero delegado, Francisco Botas, y el director general de Finanzas, Alberto de Francisco, el presidente del banco gallego explicó ayer las principales cifras obtenidas hasta junio.

El crecimiento fue equilibrado tanto en crédito (aumentó un 13,5% hasta 32.826 millones de euros) como en captación de recursos (un 14,3%, hasta los 44.515 millones) y Escotet destacó el dinamismo de la actividad crediticia con pymes y autónomos (con un crecimiento del 6,4% en las nuevas formalizaciones) y del negocio de seguros (7,4%).

Desde Abanca también destacaron su capacidad de generación de ingresos recurrentes, con un margen de intereses que alcanza los 272,1 millones de euros tras aumentar un 5,6% interanual. El crecimiento lo atribuyen al aumento del crédito y "la buena gestión de los precios" de la nueva producción, así como a "la fortaleza" mostrada en la captación de depósitos.

El coste del riesgo (CoR) se mantiene estable y "entre los mejores del mercado" debido a la reducción de saldos dudosos y a "la política de prudencia" en la concesión de crédito.

Por su parte, la tasa de morosidad encadena 21 trimestres consecutivos de reducción y baja hasta el 3,3%, con una cobertura del 57,1%.