La desaceleración de la economía es evidente ya en el mercado laboral de España. Cayó el paro en julio. Lo habitual. Pero lo hizo solo en 4.253 personas, el menor descenso para este mes desde 2008. También es normal que aumente la afiliación. La Seguridad Social sumó 15.514 cotizantes, el incremento más discreto de los últimos seis años. Galicia no se libra del impacto del freno en la actividad. Se crearon 12.290 empleos. Hay que irse hasta 2013 para encontrar una cifra más baja. Aún así, fue la comunidad líder en nuevas cotizaciones, superando incluso a Cataluña (12.193), gracias al tirón del turismo. En algunas de las localidades gallegas más visitadas en verano, el descenso del desempleo llegó al 20%. Con todo lo que eso tiene de bueno para los que necesitan engancharse a la vida activa y lo mucho malo que hay por la elevadísima precariedad: el 92% de los contratos firmados en Galicia en julio son temporales.

El paro descendió en el conjunto de la región en 4.328 personas, casi un 2,8%, frente al 0,14% de todo el Estado (4.253). En comparación con el mismo mes del pasado 2018, el retroceso del desempleo en Galicia roza el 7,7% (12.491), el más elevado entre las autonomías y casi cuatro puntos por encima del total nacional. La evolución, sin embargo, tiene mucho que ver con el invierno demográfico. De hecho, que la comunidad se ponga a la cabeza de la merma del número de parados en los últimos doce meses no significa que también sobresalga en el ranking del empleo. Todo lo contrario. El alza anual de la afiliación es del 1,56%, con 15.937 nuevas altas, mientras que el global del país se anotó un ascenso del 2,6% (490.401 cotizantes). Galicia es el tercer territorio que menos empleo aumentó en un año, junto con Castilla y León (1,26%) y Asturias (1,17%). Justo las tres zonas más afectadas por la pérdida de población y el envejecimiento. El epicentro está en Ourense. Es la única provincia que tiene ahora menos afiliados que hace un año tras un recorte del 0,04%.

De esos cerca de 12.300 cotizantes que ganó la Seguridad Social en Galicia durante julio, prácticamente la mitad los absorbe la hostelería, unos 5.900, lo que supone un aumento de más del 9% y un máximo de trabajadores en el sector. El número de afiliados en actividades sanitarias y servicios sociales creció en 3.300, un 3,9%; y en 3.100 en el comercio (2,4%). Al hilo del fin del curso, la cotización en las actividades educativas se desplomó en la comunidad un 11,8%: se perdieron 5.289 empleos.

El desempleo cae en Galicia el doble en los hombres (4%) que entre las mujeres (1,9%). En el caso de los menores de 30 años, la disminución fue del 6,3%. Entre aquellos con formación profesional, el número de parados descendió un 7,3% y un 3,4% para los que no pasan del certificado de escolaridad. La otra cara de la moneda son los universitarios, donde el desempleo se disparó en julio un 9,7%, con 1.622 titulados más a la espera de una oportunidad laboral.

Galicia consiguió darle la vuelta a los números rojos que venía arrastrando buena parte de este año en la contratación. Se formalizaron 121.098 contratos, un 22,6% más que en junio -el incremento nacional fue del 8,5%- y un 2,1% más que un año atrás. Únicamente 8.006 son indefinidos, un 0,6% por debajo de julio de 2018. Los temporales, que son nueve de cada diez, se dispararon un 23,9% respecto a junio y registran también un incremento anual del 2,3%.

Desde la Xunta valoraban ayer que el paro en Galicia se sitúe en el menor nivel desde julio de 2008 (150.921 personas), y los puestos destacados de la comunidad en julio tanto en la rebaja del desempleo como en la subida de las afiliaciones. "En España disminuye el paro la mitad de lo que baja en Galicia, lo que pone de manifiesto la incertidumbre del Gobierno de España", aseguró Francisco Conde, conselleiro de Economía, Emprego e Industria. La CIG recuerda a la administración autonómica que los indefinidos no representan ni uno de cada diez contratos. "Hay una rotación elevadísima en el empleo", señaló el sindicato en una nota de prensa. "La duración es raquítica", insiste Maica Bouza, de CCOO. "Son datos -añade- cualitativamente muy preocupantes". UGT recuerda, además, que hay más de 73.000 parados en Galicia que ya no tienen ningún tipo de prestación.