El traspaso de las fábricas de Alcoa de A Coruña y Avilés (Asturias) al fondo de inversión suizo Parter Capital Group comienza a tener efectos prácticos en las factorías. Según informó Rüdiger Terhorst, socio director de Parter, a los representantes sindicales será una misma empresa la que gestione las dos fábricas (Aluiberia LC y Aluiberia AVL) y bajo una misma dirección.

El comité de empresa coruñés está a la espera de conocer la composición del equipo gestor, pero a priori considera una buena noticia que la compañía se dirija desde Galicia y Asturias. "Hasta este momento, para las decisiones importantes teníamos que estar siempre pendientes de Pittsburgh", señala el presidente del comité, Juan Carlos López Corbacho, en referencia a la sede de la multinacional estadounidense Alcoa. A partir de ahora, Corbacho espera más cercanía y capacidad de resolución en las propias fábricas.

Rüdiger Terhorst y su séquito se personaron en la fábrica de A Coruña al día siguiente de cerrar la compraventa y presentaron a la plantilla su plan industrial, que pasa por potenciar la fundición y la torre de pasta, mientras no se dan las condiciones (precio eléctrico) para reactivar la producción de aluminio primario en las electrólisis.

Una semana después de haberse hecho con las factorías „la operación se firmó el 31 de julio„, el suizo Terhorst y otros seis directivos de Parter llegados desde diferentes delegaciones europeas avanzaban ayer en la puesta en marcha del proyecto en A Grela. En este tiempo, el nuevo dueño de la fábrica de aluminio se ha reunido con los principales líderes políticos, incluido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y, ayer, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, que le han ofrecido el apoyo institucional a condición de que invierta en A Coruña y mantenga los puestos de trabajo.

Parter garantiza el empleo durante 24 meses a los trabajadores actuales (332 en A Coruña y 299 en Avilés), sin embargo la plantilla puede verse reducida por el plan de bajas incentivadas que ha abierto el fondo suizo. Los empleados que no deseen continuar tienen un plazo de seis meses desde la venta para decidir acogerse programa de bajas voluntarias con una indemnización de un año de salario, con independencia de la antigüedad. Parter ofrece esta salida a todos los trabajadores a excepción de los del área de fundición, donde se centrará la carga de trabajo con el nuevo proyecto.

La que hasta febrero era la actividad principal de las fábricas, la producción de aluminio primario, no se retomará, en el mejor de los casos, hasta el segundo semestre del año que viene. El nuevo inversor se centrará en el aluminio secundario, mediante la fundición de chatarra. En la actualidad trabajan en la fundición de A Coruña un centenar de operarios. El foco está en los mercados de aluminio secundario para los sectores de la construcción, la automoción y el aeroespacial, que según Parter está teniendo "un fuerte crecimiento en Europa y el norte de España". Con su proveedor de chatarra (la empresa alemana Scholz Recycling Group), Aluiberia aspira a convertirse en líder en este mercado.

Los planes del fondo suizo pasan por que "un aprovechamiento inteligente del negocio de aluminio secundario hará posible un futuro estable, incluso si no llegara a reactivarse el primario". Para abordar este nuevo mercado, tiene entre manos un programa intensivo de formación a nivel nacional e internacional para dotar a un máximo de 180 trabajadores de las competencias necesarias.

El proyecto de los nuevos propietarios de la aluminera pasa por crecer invirtiendo 20 millones por planta en la modernización de los equipos actuales y en la adquisición de otros nuevos y por obtener aleaciones de alta calidad a partir de material reciclado sin necesidad de utilizar un gran volumen de aluminio primario para ajustar la calidad. La reactivación de las cubas será otra historia. La práctica totalidad de la alúmina que las alimenta ya ha ido saliendo en camiones hacia la ya única fábrica que conserva Alcoa en España, la lucense de San Cibrao.