El Ibex 35 cerró ayer por segunda semana consecutiva en negativo, con un descenso del 1,57% y colocándose por debajo de la cota psicológica de los 8.800 puntos, después de concluir la anterior con su mayor descenso del año al desplomarse un 3,5%. Concretamente ayer, el principal selectivo español retrocedió un 1,25%, hasta situarse en los 8.757,8 enteros, arrastrado por las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y China y por la inestabilidad política de la eurozona.

La incertidumbre por la ruptura del Gobierno de coalición en Italia con el Movimiento 5 Estrellas contagió a la prima de riesgo española, que se ampliaba hasta los 83 puntos básicos. La cotización del euro frente al dólar subía hasta los 1,1213 billetes verdes.

El resto de Bolsas europeas concluyeron la jornada también con caídas, del 1,28% para el caso del Dax de Fráncfort, del 1,11% para el Cac 40 de París, y con un descenso del 0,44% para el Ftse 100 de Londres.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó ayer a la baja sus estimaciones sobre el crecimiento de la demanda mundial de petróleo para este año y el siguiente, después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortara recientemente su pronóstico de crecimiento del PIB global y ante la creciente incertidumbre por las tensiones comerciales entre EEUU y China.

El analista de XTB Joaquín Robles explica que "la creciente incertidumbre, unida al descenso de volumen característico de estas fechas, está provocando una mayor volatilidad". Aun así, el experto destaca que el Ibex continúa en positivo desde inicios de año, con una rentabilidad acumulada ligeramente superior al 3%.

La guerra comercial se ha vuelto a convertir en el principal foco de tensión de los inversores. Además, en Italia la prima de riesgo ascendió ayer hasta los 235 puntos básicos. "Esto puede alterar la armonía financiera de la eurozona", remarca Robles.