La industria más intensiva en consumo eléctrico, de la que forman parte en Galicia empresas como Alcoa, Ferroatlántica, Celsa o Megasa, se enfrenta a nuevos obstáculos para abaratar la factura de la energía: las subastas semestrales del llamado servicio de interrumpibilidad no se reanudarán a corto plazo por los retrasos en una reforma regulatoria que impone la Unión Europea, según señaló el Gobierno central.

El Boletín Oficial del Estado ( BOE) publicó ayer una orden del Ministerio de Transición Ecológica según la cual se amplía del 31 de agosto al 30 de noviembre el plazo que tienen las empresas para solicitar ser habilitadas como participantes en las subastas del servicio de interrumpibilidad a partir del 1 de enero de 2020. Aunque en apariencia tal decisión da a entender que volverá a celebrarse una puja de cara a esa fecha, fuentes del Ministerio que lidera en funciones Teresa Ribera precisaron que ello no será legalmente viable por la imposibilidad de modificar a tiempo los procedimientos para adecuarlos a las nuevas normas de la UE. Conforme a esta explicación, la ausencia de Gobierno con plenas funciones, por el retraso en la investidura de presidente, ha dificultado la trasposición de normas europeas sobre el mercado de la luz que no permiten mantener las subastas eléctricas sin modificaciones de alcance.

"El Gobierno, siguiendo la nueva normativa de la Unión Europea, debe reformar todos los mecanismos de capacidad (del sistema eléctrico), incluido el de interrumpibilidad, que no podrá continuar como hasta ahora", transmitió un portavoz oficial de Transición Ecológica.

El efecto será que la subasta correspondiente al primer semestre de 2020 queda en principio aplazada y sin fecha y, en cualquier caso, la reanudación futura de este mecanismo de apoyo a la gran industria no se podrá hacer "sin cambios sustanciales". Siguiendo instrucciones de la UE, el Gobierno ya ajustó varias veces el servicio de interrumpibilidad, lo que redujo drásticamente (de 500 millones en 2016 a 196 el año pasado) la rebaja eléctrica que obtuvo el sector.

Las pujas de primas eléctricas han sido en los últimos años el principal mecanismo para bonificar la factura de la luz de la fábricas de gran consumo, ahora pendientes de la aprobación del estatuto electrointensivo. Parter, comprador de la antigua Alcoa A Coruña, no prevé reanudar la producción de aluminio primario (electrointensiva) al menos hasta dentro de un año y lo hará solo si el precio del megavatio-hora baja de 40 euros.