El calendario de movilizaciones que coinciden con la operación retorno del verano se mantiene y, tras la huelga de este sábado del personal de tierra de Iberia en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, este domingo toca el turno a los trabajadores de Renfe y los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair.

La segunda jornada de huelga de los empleados de tierra de Iberia en Madrid y la sexta de los de Barcelona -donde ha coincidido con el paro que mantienen de forma permanente los vigilantes de seguridad de la empresa Trablisa- ha transcurrido "con normalidad y sin ninguna incidencia", cumpliéndose los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Fomento, según la aerolínea.

Pese a la cancelación este sábado de 44 vuelos por parte de Iberia, que se suman a los 58 suprimidos este viernes, la normalidad ha sido la nota dominante, ya que la compañía ha avisado de antemano a los clientes afectados cuyas reservas han sufrido alguna actualización.

Iberia ha cifrado el seguimiento de la huelga de los trabajadores sin carta de servicios mínimos a las 13:30 horas en madrid en el 22,2%, frente a un porcentaje superior al 65% estimado por UGT, el sindicato convocante del paro, para reclamar un nuevo plan de empleo "que termine con la perpetua eventualidad", mientras que, en Barcelona, el seguimiento ha sido del 15,3%.

Aunque la jornada de huelga de este sábado ha sido la última de las convocadas hasta ahora en ambos aeropuertos, tanto el presidente del comité de empresa de Iberia Barcelona, José Antonio Ramírez, como el secretario general de la sección sindical de UGT en Madrid, Antonio Jesús Huertas, han amenazado con más movilizaciones en septiembre, si la compañía no ofrece una solución "inmediata" a la precariedad de la plantilla.

A estas protestas se suman los paros previstos en la misma filial de servicios en tierra de la compañía (Iberia Airport Services) en Bilbao, convocados para los días 8 y 9 de septiembre también por UGT, y un día antes, en Málaga, por los sindicatos CTA y CGT.

Huelgas en Renfe y Rynair

Tras estos dos días seguidos de huelga en Iberia, los trabajadores de Renfe están llamados este domingo a la última jornada de paros parciales de las cuatro convocadas por CGT -la anterior tuvo lugar el 30 de agosto- para reclamar, entre otras cuestiones, un aumento de las tasas de reposición en la plantilla de la operadora ferroviaria.

Estos paros, que se desarrollarán en dos turnos: entre las 12.00 y las 16.00 horas y las 20.00 y las 24.00 horas, han obligado a Renfe a suspender más de 200 trenes entre los de alta velocidad y larga distancia y los de media distancia y regionales.

También este domingo se inician las diez jornadas de huelga de los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair en España, convocadas por los USO y Sitcpla, en contra del cierre de las bases de la aerolínea en Tenerife Sur, Lanzarote, Gran Canaria y Gerona previsto para el próximo 8 de enero.

La movilización sigue adelante después de que resultara imposible alcanzar ayer un acuerdo, tras nueve horas de reunión, en la mediación, solicitada por la 'low cost' irlandesa a la Dirección General de Trabajo.

Los representantes de Ryanair, liderados por el jefe de Personal, Eddie Wilson, que este domingo se convierte en el consejero delegado de la compañía, se negaron a firmar la última propuesta de Trabajo.

En ella, los sindicatos se comprometían a desconvocar las seis primeras jornadas de huelga a cambio de la constitución de un grupo de trabajo entre las administraciones públicas implicadas, dejar sin efecto las cartas de despido enviadas a los trabajadores el pasado 23 de agosto y abrir negociaciones del convenio colectivo antes del 20 de septiembre.

Wilson ha enviado un vídeo a los 1.800 TCP que trabajan en España, para advertirles de que las huelgas sólo empeoran las cosas y pueden provocar que se adelante el cierre de las bases que es "irrevocable".

Ryanair, convencida de que la mayoría de pilotos y tripulantes se ofrecerán voluntarios para trabajar en sus días libres, prevé cancelar este domingo apenas seis vuelos de los más de 950 que opera diariamente hacia y desde España.

Los sindicatos han denunciado que la aerolínea ha enviado encuestas a los TCP de algunas bases para sondearlos si iban o no la huelga y si estaban dispuestos a trabajar de forma voluntaria en sus días libres.