El alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso reclamó ayer un compromiso y mayor implicación por parte del Gobierno en encontrar una solución para la central térmica de carbón de Endesa emplazada en esta localidad, la de mayor tamaño de España. Según la previsión actual del Gobierno las térmicas no operarán más allá de 2030. El proceso de descarbonización está reduciendo ya su actividad.

El también presidente de la Diputación de A Coruña recordó que esta central ha generado muchos empleos a lo largo de su historia y de ella dependen 650 familias de forma directa. Una veintena de alcaldes se reúnen hoy con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para abordar la situación de la central, que ayer movilizó empresarios, sindicatos y trabajadores de Ferrolterra y A Terra Chá ante una semana de protestas por la paralización de la actividad en la central térmica.

"Siendo conscientes todos de que el carbón es un combustible en extinción", al menos en el continente europeo, indicó Formoso, tiene "otras alternativas que se están estudiando pero que necesitan del apoyo político a nivel estatal y autonómico". Su objetivo es "confirmar ese compromiso político".