Quién iba a decirle al lugar donde supuestamente terminaba el mundo que sobre él se ponen ahora los pilares de un pionero puente hacia la modernidad tecnológica. Precisamente por esas caprichosas condiciones geográficas, hay pocos emplazamientos mejores que Galicia para medir el potencial de las redes 5G en todos los entornos posibles, incluidas áreas dispersas. Aquí, donde solo el 61,5% de la población puede conectarse a internet a más de 100 megabytes por segundo, Telefónica lidera una unión temporal de empresas (UTE) de la mano de Ericsson, Nokia, Cinfo, Idronia, Telnet Redes Inteligentes y el Centros Internacional de Oftalmología Avanzada Fernández-Vigo, que ha recibido el respaldo del Ministerio de Economía y Empresa y la compañía pública Red.es para testar ocho posibles aplicaciones y sus correspondientes nichos de negocio de la nueva tecnología. El de Galicia fue uno de los dos proyectos piloto seleccionados en todo el país dentro de la convocatoria de proyectos piloto 5G con los que España quiere liderar la revolución de la quinta generación de comunicaciones inalámbricas, sin apenas latencia y una velocidad hasta 20 veces más rápido que abre un campo inmenso más allá de navegación y ocio.

¿Por ejemplo? La posibilidad de hacer una exploración de los ojos y que el oftalmólogo emita su veredicto en tiempo real, pero a distancia, gracias a la captura de imágenes en alta resolución. Es una de las ocho pruebas de campo que integran el proyecto piloto de 5G con epicentro en Galicia. En este caso, desde Vigo, donde se desarrollará un prototipo para el diagnóstico precoz de posibles enfermedades de la visión. Servirá de escenario para experimentar el acceso fijo por radio 5G al paquete Fusión de Movistar (voz, internet y televisión) como alternativa a la fibra en zonas de difícil penetración como los cascos históricos y los entornos rurales.

En las localidades ourensanas de Cortegada y Os Peares el protagonista es el tren. El proyecto aquí se centra en mejorar la eficiencia en los trabajos de inspección y mantenimiento de las vías ferroviarias con el apoyo de drones para la recogida de imágenes y la generación de modelos de las infraestructuras en tres dimensiones. Pensando en la conducción automática, el túnel de O Cereixal (Becerreá, Lugo) servirá de escenario para probar nuevos servicios de mejora en la seguridad a bordo en el momento de atravesarlo, con avisos sobre las condiciones meteorológicos y posibles incidencias en el interior. Navantia Ferrol también desarrollará el 5G.