Unos 800 vehículos, en torno a 200 camiones de transporte de carbón, 600 coches de particulares y algunos vehículos agrícolas, según los organizadores, bloquearon ayer los accesos a la capital coruñesa por segunda vez en quince días en protesta por la paralización de la planta de As Pontes. La caravana reivindicativa, promovida por la comisión creada en el municipio pontés, recaló en A Coruña cuatro días después de que la energética Endesa comunicase a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de dejar de operar en sus centrales térmicas de carbón.

Tras la salida de los vehículos en caravana sobre las 16.00 horas desde As Pontes, los efectos en el tráfico se comenzaron a notar mucho antes de su llegada a la ciudad herculina, donde poco antes de las 19.30 horas se encontraban en la avenida de Alfonso Molina. Para acceder hasta A Coruña, primero se desplazaron hasta Pontedeume, punto en el que se dividieron. Parte de los participantes en la protesta utilizaron la AP-9, mientras que otros circularon por la carretera nacional "con kilómetros de retenciones detrás de ellos", sobre todo en el área metropolitana coruñesa.

Durante esta marcha, en una caravana de coches que contó con la supervisión de la Guardia Civil de Tráfico, los participantes hicieron sonar sus bocinas constantemente. Una vez en la ciudad herculina se estableció un dispositivo especial de tráfico: según la Policía Local los camiones tenían la obligación de trasladarse hasta la zona del Ofimático, de ahí el colapso generado en la rotonda de Matogrande.

En cuanto a las incidencias en el tráfico, explicaron que en Alfonso Molina, en dirección entrada, los participantes en la caravana ocuparon todos los carriles, excepto uno que quedó para la circulación de otros vehículos. La movilización remató en el Parque Ofimático con chalecos amarillos, cánticos, pancartas, petardos y pitidos. "No tiene sentido anunciar de hoy para mañana el cierre de la central", aseguró el presidente de la Asociación de Transportistas de Carbón de As Pontes, Manuel Bouza, quien lamenta que los "cinco meses" que llevan parados ya se ha notado en la comarca, por lo que advirtió: ¡Cuidado con los chalecos amarillos!"

3

La caravana del carbón colapsa los accesos a A Coruña por el cierre de la térmica de As Pontes

Bouza indicó que el objetivo de la caravana es visibilizar su situación. "Esto es el principio de una guerra que puede tener consecuencias muy graves", afirmó.

"Las cosas no son como las están haciendo", insistió tras rechazar la paralización de la actividad en la central térmica y demandar que haya una transición que garantice la continuidad de los empleos. Pese a la actual situación, Bouza se mostró confiado a la hora de recibir una respuesta favorable a sus demandas en la reunión de hoy en Madrid en el Ministerio de Transición Ecológica.

Al encuentro también asiste del alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación coruñesa, el socialista Valentín González Formoso; representantes sindicales empresariales, así como de la Administración gallega. El propio González Formoso aseguró que la movilización de ayer, "la más grande de la historia de As Pontes", busca promover una "una transición justa".

El pasado domingo, el comité de crisis de As Pontes decidió que el municipio iría a la huelga general salvo que el Gobierno central plantee "salidas concretas" durante el encuentro de hoy.

Por otra parte, la crisis industrial en Galicia, marcada por el anuncio de cierre de la térmica en As Pontes, centrará el pleno de la próxima semana, que incluirá una comparecencia del conselleiro de Industria, Francisco Conde, ante la negativa del Gobierno autonómico de aceptar que fuese el presidente gallego, Núñez Feijóo, quien compareciese. No obstante, Feijóo deberá responder sobre la situación industrial ya que la oposición empleará la sesión de control al presidente para cuestionarle a este respecto.