La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, presidió ayer en Madrid la primera mesa de trabajo sobre el conflicto de As Pontes desde que Endesa anunció, el pasado viernes, su intención de cerrar la central de carbón. El Gobierno ofreció su colaboración a Xunta y Ayuntamiento y se comprometió con los trabajadores a buscar una solución "a corto plazo", sin detallar ninguna medida concreta. El Gobierno gallego, por su parte, insistió en reivindicar la continuidad de la quema de carbón en la planta coruñesa y acusó al Ejecutivo central de no presentar ninguna propuesta. El Concello de As Pontes deposita sus esperanzas de mantener, al menos en parte, el empleo y la actividad en las pruebas con biocombustibles que Endesa realiza desde verano.

El presidente del comité de empresa de la central de carbón, Luis Varela, salió de la reunión "esperanzado" por el hecho de que todos los agentes involucrados en buscar una solución a la planta hayan manifestado su "compromiso" por la continuidad de alguna actividad. Por su parte, el portavoz de los transportistas, Manuel Bouzas, también se mostró "algo satisfecho" ya que durante la reunión "prometieron algunas cosas", aunque no quiso dar más detalles hasta saber si esos compromisos "son ciertos o no". Los camioneros recibirán hoy una solución inmediata de Ministerio de Fomento y la Xunta ante la amenaza que supondría el cierre de la central de carbón, según avanzó ayer el comité de empresa. La térmica de As Pontes sostiene unos 700 empleos entre plantilla directa, subcontratas y transportistas.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, afirmó ayer que espera que el Gobierno central "rectifique" su decisión y que "se dé una solución que garantice que Endesa no va a cerrar la central de As Pontes". "De transición energética a la nada, que pasa por cerrar las centrales térmicas sin dar ninguna alternativa, es inadmisible", censuró Rueda.

El conselleiro de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, criticó que el Gobierno "lamentablemente" no tiene ninguna propuesta ni medidas concretas ante la rotura energética que se está planteando en la central. La prioridad ahora para la Xunta son, según aseguró, las 700 familias vinculadas a la central de As Pontes. Conde remarcó que cualquier solución que se adopte "tiene que contar con el mantenimiento del empleo", ya que a su juicio no se puede abordar la reestructuración energética "sin ofrecer alternativas reales y viables".

En la reunión participaron los responsables de Endesa „entre ellos, su consejero delegado, José Bogas„, representantes de la Xunta, del Ayuntamiento de As Pontes y de los trabajadores y transportistas. El Ministerio les trasladó su intención de convocar una próxima reunión en el plazo máximo de un mes, aunque Conde destacó que "no hay tiempo" y que se necesita una reacción "inmediata" con medidas urgentes "por parte de todos.

El responsable autonómico de Industria recordó que Endesa todavía no ha solicitado al Gobierno el cierre de la instalación, sino que ha planteado "simplemente" la discontinuidad en la producción. No obstante, ante las propuestas que han llevado los sindicatos para sustituir el carbón por biomasa y otros residuos sin necesidad de grandes inversiones, Endesa habría manifestado que estas opciones "no son viables".

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, también instó al Gobierno central a "rectificar" su política energética ante el anuncio del cierre de As Pontes y tachó de "kamikaze" su posicionamiento "en contra de los intereses de Galicia". El sector industrial gallego está "contra las cuerdas", lamentó.

El pasado viernes, el consejo de administración de Endesa anunció que la compañía procederá al cierre de las centrales térmicas de carbón de As Pontes y Litoral (Almería), las dos únicas del grupo salvadas de la obligación de clausurar a mediados de 2020 (por la normativa de emisiones que fuerza el cierre de Meirama), debido a las actuales condiciones de mercado (encarecimiento de los costes de emisión de CO2), que ha llevado a que estas plantas "no resulten competitivas".