El pasado jueves, Fast Retailing, matriz de la japonesa Uniqlo, desafió el liderazgo mundial de la gallega Inditex con un mensaje contundente: "Nuestra visión a medio plazo es ser el líder del sector textil en el mundo". Uniqlo, conocido como el Zara nipón, abrirá su primera tienda en Madrid el próximo 17 de octubre y trece días después, el 30, inaugurará su tercer local en Barcelona, según anunció la multinacional. La nueva tienda, que ocupará el mítico local Jardín de Serrano, situado en un edificio del siglo XIX, cercano a la flagship de Zara de la madrileña calle Serrano, cuenta con una superficie comercial de 1.590 metros cuadrados que están distribuidos en dos plantas. Por su parte, el nuevo establecimiento en la Ciudad Condal ocupará el bajo comercial de El Dau, uno de los edificios más emblemáticos de los años 80 en la ciudad, situado en una de sus principales arterias comerciales.

La apertura de la primera tienda Uniqlo en Madrid y la tercera en la Ciudad Condal reafirma la presencia de la marca en España con cuatro tiendas y en Europa, donde actualmente opera con más de 90 tiendas en nueve mercados: Reino Unido, Francia, Rusia, Bélgica, Alemania, España, Países Bajos, Suecia y Dinamarca. Además, la marca abrió su primer establecimiento en Italia el pasado 13 de septiembre.

La amenaza de Uniqlo debe tomarse en serio por mucho que los números acompañen a Inditex. La multinacional gallega es el líder destacado de la industria textil a nivel mundial, con una facturación de 26.145 millones de euros en su último año fiscal, cerrado el pasado 1 de febrero. Las ventas de la companía con sede en Arteixo superan en 7.000 millones a los 19.169 millones presentados el jueves por Uniqlo en su año fiscal finalizado en agosto.

Pero si la facturación de la firma nipona representa el 74% de la gallega, la brecha entre ambas se agranda en los beneficios, lo que refuerza la rentabilidad de Inditex gracias a su modelo integrado de negocio y una red logística absolutamente depurada.

La multinacional gallega ganó 3.444 millones el año pasado, más del doble (153%) que el beneficio anunciado por la compañía japonesa (1.361 millones) en 2019, año en que las ganancias de Inditex crecen a un ritmo del 10% según el balance semestral presentado en septiembre.

Esto quiere decir que la compañía liderada por Tadashi Yanai (Ube, Yamaguchi, 1949) aún tiene mucho camino por delante para cumplir su amenaza. La trayectoria del hombre más rico de Japón tiene cierto paralelismo con la de la mayor fortuna de España, Amancio Ortega. Tras dejar su primer empleo, Yanai tuvo que continuar con el negocio de su padre: una sastrería tradicional en un pueblo minero. Es la historia de dos hombres que se curtieron desde la base, el japonés dio el salto al apostar por la ropa casual y Ortega comenzó su éxito con la fabricación de albornoces.