Los trabajadores de la fábrica de aluminio de A Coruña vuelven a ponerse en guardia dos meses y medio después de esquivar el cierre de la planta con la venta de Alcoa a Parter. Transcurrido "un tiempo prudencial", el comité de empresa denuncia que más de la mitad de la plantilla está "sin trabajo efectivo" y que el fondo suizo no da información sobre el plan industrial, por lo que el colectivo teme por el futuro de la factoría más allá de los 24 meses en los que el comprador garantizó el empleo.

"No vamos a consentir que nadie venga aquí a especular ni que nadie trate de engañarnos", advierte el presidente de Alu Ibérica LC (antigua Alcoa), Juan Carlos López Corbacho. El representante de la plantilla aluminera manifiesta su "inquietud por la falta de información y de avance del plan industrial", sin noticias de las inversiones y el programa de formación prometidos para relanzar la factoría en el mercado del aluminio secundario de alto valor añadido. La representación de los trabajadores cursó el martes una solicitud al Ministerio de Industria para urgir la convocatoria de la mesa de seguimiento industrial.

El comité de empresa pide conocer "la hoja de ruta del plan industrial de Parter" y lamenta que no ha podido volver a reunirse con la compañía desde el 1 de agosto, día siguiente a la venta de Alcoa al fondo suizo. "No sabemos ni quién es el director de la planta", critica López Corbacho. Después de dos meses y medio, solo los trabajadores originalmente adscritos a la fundición y la torre de pastas (114 empleos según lo contabilizado por Alcoa antes de la venta) mantienen una actividad industrial productiva.

La mayor parte de la plantilla, que se dedicaba a la producción de aluminio primario (electrólisis), está "sin trabajo efectivo", en palabras de Corbacho. A falta de iniciar el plan de formación para lanzar el nuevo proyecto de aluminio secundario (fundición), los operarios pasan los días con tareas de mantenimiento de las cubas electrolíticas, que están paradas desde febrero y que ni siquiera tienen garantías de ser reactivadas. "Son trabajos de entretenimiento", considera el presidente del comité.

Incertidumbre a partir de 2021

La actual plantilla de Alu Ibérica LC (332 personas en el momento de la compraventa) tiene garantizado el empleo hasta agosto de 2021. Pasados los 24 meses desde la compra, el fondo suizo solo plantea mantener todo su personal si reactiva la electrólisis, a condición de que haya un mercado eléctrico estable con el megavatio-hora por debajo de 40 euros. Si considera que la actividad electrointensiva no es rentable, la continuidad de la plantilla dependerá de los beneficios que genere el aluminio secundario. "No vamos a esperar a que pasen dos años para mirar si esto avanza", indica Corbacho.

La nueva marca (que sustituya Alu Ibérica) para impulsar las factorías de aluminio de A Coruña y Avilés en el mercado internacional también se retrasa.