La Comisión Europea (CE) lamentó ayer la entrada en vigor de los aranceles anunciados por Estados Unidos por valor de 7.500 millones de dólares a productos agroalimentarios comunitarios, que, según el Ejecutivo comunitario, no le deja más alternativa que responder con la imposición de aranceles a bienes de EEUU.

"Lamentamos la elección que ha hecho EEUU de seguir adelante con los aranceles. Este paso no nos deja otra alternativa que seguir en su debido momento con nuestros propios aranceles por el caso Boeing, en el que EEUU ha sido declarado culpable de vulnerar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)", indicó la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.

Los aranceles del 25% (a productos como el vino o la conserva gallegos) impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entraron en vigor ayer.

Llegan como respuesta al fallo de principios de octubre de la OMC, que a denuncia de Estados Unidos consideró ilegales los subsidios recibidos por el fabricante europeo de aviones Airbus.

En paralelo, la UE espera un fallo similar a principios del año próximo contra EEUU por sus subsidios a su fabricante aeronáutico Boeing, que le autorizará a imponer sus propios aranceles a productos estadounidenses como medida de compensación.

Los países más afectados por los aranceles estadounidenses son Alemania, España, Francia y el Reino Unido, aunque estos también golpean a otras naciones europeas.Malmström afirmó que la CE hará un seguimiento del impacto de esos aranceles, "especialmente en el sector de la agricultura", y aseguró que la institución está "comprometida con defender a las empresas, agricultores y consumidores europeos".

"Imponer aranceles mutuamente no va en el interés de nadie a largo plazo. Infligirá daños muy significativos a una cadena de suministros altamente integrada en los sectores de la aviación en EEUU y en la UE y resultará en daños colaterales para muchos otros sectores que ya sufren bajo las actuales tensiones comerciales", dijo la comisaria.

Los representantes de los sectores agroalimentarios españoles más afectados por la subida arancelaria preparan ya un "plan de choque", en el que se incluye la solicitud de ayudas públicas, según avanzó ayer el director general de la patronal de la industria alimentaria (FIAB), Mauricio García de Quevedo.