El Bundesbank alemán recomienda, en su informe de octubre, subir la edad de jubilación en Alemania hasta los 69,3 años para adaptarla a la esperanza de vida de la población y a los cambios demográficos. De no tomarse medidas en esa dirección, según el informe, el sistema de jubilaciones alemán „que es un sistema de reparto en el que las pensiones de los jubilados se pagan con las cotizaciones que pagan los trabajadores, como en España„ va camino a una situación comprometedora.

A mediados de la próxima década se jubilaría, de acuerdo con las reglas actuales, la generación del llamado baby boom, y la población alemana, además, se hace cada vez más vieja. El Bundesbank propone un sistema en el que la edad de jubilación se haga dependiente de la esperanza de vida. Eso llevaría a que, a partir de 2032, la edad de jubilación empezaría a aumentar a un ritmo de tres cuartos de mes por año. Con ello, los nacidos en 2001 se jubilarían a partir de mayo de 2070 con 69 años y cuatro meses.

En caso de que la esperanza de vida evolucione de manera distinta a lo esperado se pueden introducir las correcciones pertinentes en el sistema.

La legislación actual alemana contempla ya un aumento paulatino de la edad de jubilación hasta llegar a los 67 años en 2031, cifra que en España se alcanzará en cuatro años antes, en 2027. Los aumentos de la edad de jubilación se iniciaron en 2012, de acuerdo con una reforma aprobada en 2007, durante el primer Gobierno de Angela Merkel.

Los cálculos oficiales sobre el sistema de jubilaciones llegan actualmente hasta 2032 y hay una comisión de expertos que deberá presentar, a más tardar en mayo del año próximo, una serie de recomendaciones sobre el futuro de las pensiones. Además, el Bundesbank sostiene que para estabilizar el sistema de pensiones no bastará con un aumento de la edad de jubilación, sino que se necesitarán además recortes en las prestaciones de los jubilados y un aumento de la cotización del 18,6% al 24% del salario bruto

Recesión

El banco central de Alemania asume que la locomotora europea ha podido entrar en recesión técnica en el tercer trimestre de 2019, cuando la institución anticipa que el PIB podría haber sufrido una ligera contracción, que se sumaría a la caída del 0,1% del segundo, aunque sostiene que este retroceso no evidencia un deterioro significativo y generalizado de la economía.