El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), órgano especializado en fiscalidad del Consejo General de Economistas de España (CGE), pide "repensar" la imposición medioambiental en España, con la creación de un impuesto estatal sobre las emisiones, otro sobre el agua cedido a las regiones y adecuar las distintas políticas de subvenciones y de imposición, ya que el 61,5% del total de recaudación por fiscalidad verde se obtiene solo con hidrocarburos, y eso a pesar de los beneficios fiscales de dicho tributo.

Así se desprende del estudio La Fiscalidad Ambiental en España, elaborado por el servicio de estudios del REAF-CGE y presentado ayer, Día Mundial del Ahorro de Energía, en el que se plantea una batería de medidas para el futuro de la fiscalidad ambiental en España, ante la menor recaudación española en esta área respecto a la media de la UE.

El presidente del CGE, Valentín Pich, remarcó la necesidad de abordar la cuestión medioambiental, aunque cree que será "difícil" afrontarlo de forma "sensata y lógica" hasta que se consensúe una reforma de la financiación autonómica y local, y que sólo sirve para recaudar si no se hace "bien", en vez de conseguir también "direccionar comportamientos".

En este sentido, el presidente del REAF-CGE, Jesús Sanmartín, y la directora de la cátedra de la hacienda territorial de la Universidad de Murcia, María José Portillo, explicaron que a pesar de la creciente preocupación por el medio ambiente, la recaudación en fiscalidad verde sobre los ingresos tributarios ha disminuido desde el año 2000 en el mundo en general y en Europa en particular, pasando del 6,8% al 6,1%, al tiempo que la presión medioambiental „medida como porcentaje de la recaudación por impuestos ambientales sobre el PIB„, ha bajado en dicho periodo una décima, hasta el 2,4% en la UE, en lo que ha podido influir la mayor eficiencia energética.