El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que compareció ayer ante la prensa por última vez como máximo responsable de la política monetaria de la zona euro, no reservó ninguna sorpresa para la ocasión y cerró su etapa con una demanda a los líderes políticos: la creación de una "capacidad fiscal" europea que permita afrontar en mejor situación la próxima crisis. "Mi legado es no rendirme nunca", resumió Draghi como colofón a sus ochos años al frente del BCE, entidad que ha transformado completamente, dotándola de una mayor capacidad de actuación, lo que le ha granjeado también agrias críticas desde las filas más ortodoxas.

El banquero romano, que entre sus logros al frente del BCE puede contar haber salvado al euro al dar a Europa la oportunidad de enmendar los errores cometidos en su proceso de integración, defendió que la eurozona requiere de una "capacidad fiscal", similar a mecanismos existentes en otras uniones monetarias, aunque para conseguirlo han de cambiarse cosas. "Debe diseñarse de forma que limite el riesgo moral. El diseño de las reglas es muy importante. Creo que es lo principal", apuntó.

En su despedida, Draghi reiteró la necesidad de que otros actores, aparte de la política monetaria, intervengan con mayor decisión para alcanzar completamente los beneficios de las medidas de política monetaria adoptadas, advirtiendo de que el mayor peligro que se cierne sobre el futuro es el de una recesión, ya sea global o circunscrita a la zona euro. "Si se quiere ver tipos más altos, más pronto, la política fiscal debería actuar", enfatizó. A su juicio, "todos los países deberían intensificar sus esfuerzos para lograr una composición de las finanzas públicas que favorezca más el crecimiento".

"Los datos entrantes desde el pasado mes de septiembre confirman nuestra evaluación previa de una debilidad prolongada en las dinámicas de crecimiento de la zona euro, así como la persistencia de riesgos a la baja y escasas presiones de precios, por lo que los riesgos para las perspectivas de la eurozona siguen inclinados a la baja", señaló.

"Pregunten a mi esposa"

No obstante, el presidente del supervisor europeo reconoció que los últimos acontecimientos que han contribuido a reducir la probabilidad de un Brexit desordenado han ayudado a mejorar la situación, aunque señaló que la evolución registrada en la región desde septiembre ha confirmado que la decisión de actuar del Consejo de Gobierno "estaba plenamente justificada".

El responsable del BCE también consideró que los tipos de interés negativos son positivos para la zona del euro porque "estimulan el crecimiento" y contribuyen a crear empleo. Draghi reconoció que pueden tener efectos secundarios y que por ello decidieron en septiembre introducir un sistema de dos tramos y eximir a una parte del exceso de las reservas mínimas del pago de la tasa de interés a los depósitos.

En este sentido, el Consejo de Gobierno del BCE reitera la necesidad de que la política monetaria sea muy expansiva durante un periodo de tiempo prolongado para apoyar que la inflación suba a medio plazo. El BCE decidió ayer mantener el tipo de interés al que presta a los bancos semanalmente al 0% y la tasa a los depósitos (facilidad marginal de depósito) en el -0,50%.

También confirmó que reiniciará las compras de deuda el 1 de noviembre a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros, como decidió en septiembre. La entidad monetaria comprará deuda hasta poco antes de que comience a subir los tipos de interés.

En cuanto a su sucesora, Christine Lagarde, Mario Draghi confirmó que la francesa estuvo presente en la reunión del Consejo de Gobierno, aunque no intervino en las discusiones y evitando pronunciar ninguna palabra que pueda ser tomada como una recomendación a la exdirectora del Fondo Monetario Internacional (FMI). "Ella sabe perfectamente lo que hay que hacer. No necesita consejo", indicó.

Asimismo, Draghi, que se mostró particularmente orgulloso de "haber seguido siempre el mandato recibido", no quiso dar ninguna pista sobre cuál será su futuro una vez abandone el BCE. "Pregunten a mi esposa. Ella probablemente lo sepa", concluyó.