El tránsito de una economía lineal a otra circular, aun siendo necesario, no es fácil ni rápido. "El actual modelo lineal tiene 200 años; no lo cambiaremos en dos día", afirma Ángel Fernández Homar, presidente de la Fundación para la Economía Circular. Pero, a tenor del último informe de la Fundación Cotec, el proceso, que se vio impulsado a partir del 2008 durante la crisis económica, se ha estancado con la recuperación y ahora no está avanzando al ritmo que sería deseable. En este camino, la innovación juega un papel clave y, por consiguiente, según Fernández, debe ser "premiada".

Mientras que el modelo clásico de producción genera residuos en todas las etapas productivas y en la fase de consumo, la economía circular propone un uso más eficiente de los recursos, garantizando un futuro más sostenible. Entre otros avances, reduce al mínimo la generación de residuos, prolonga la vida económica útil de los materiales, propicia la reparación de los bienes de consumo e introduce hábitos de consumo alternativos, como el uso compartido. "Reciclar es importante, pero no suficiente. Si nos fijamos solo en el medio ambiente no cambiaremos el modelo", afirma Fernández. Los datos del informe de Cotec revelan un retroceso en los principales indicadores, pero no todo son malas noticias. "La economía circular es cada vez más popular entre la población", declaró Jorge Barrero, director general de esta fundación que promueve la innovación durante la presentación del estudio. Respecto al indicador de uso circular de los materiales, que mide la proporción del material recuperado y devuelto a la economía, España ha pasado de contar con una tasa de circularidad del 10,4% en el 2010 al 7,6% en el 2015, su valor más bajo, y alejado de la cifra europea que se sitúa en el 11,7%, destaca el informe.

Para Fernández, la falta de información del sector económico sobre las ventajas y la necesidad de hacer un mejor uso de los recursos es uno de los frenos al avance de la economía circular. De ahí que, aunque advierta que la responsabilidad es compartida, señala que son las administraciones públicas las que deben estimular, por ejemplo con medidas fiscales, los proyectos de economía circular.

El sector financiero también tiene su parte de responsabilidad. "Más del 80% de las pymes que entran en un banco con proyectos de economía circular a pedir financiación salen sin ella", se lamenta Ángel Fernández, que apuesta por aumentar la concienciación.