La depuradora de Bens se convertirá en "la primera de España" que inyecte gas renovable a la red de suministro. La fecha prevista para ello es marzo de 2020, dentro de cinco meses. Así lo aseguró ayer a este diario Carlos Lamora, director general de una empresa pública supramunicipal que presta el servicio de depuración de aguas residuales en los concellos de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros. "Atendemos a 450.000 vecinos con la innovación por bandera", comenta Lamora, que este martes presenta los resultados del proyecto iniciado hace tres años para la transformación de lodos residuales en energía verde y su posterior aplicación al transporte.

El gas renovable constituye un modelo de economía circular, cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.

En este sentido, el proyecto de Bens es uno de los cuatro destacados en España „junto a los de Ecoembes, Mercadona y Plastic Energy„ por la Fundación Cotec para la Innovación en su último informe sobre la evolución de la economía circular española.

La producción y aplicación de gas renovable a partir de los lodos residuales obtenidos de la estación depuración demuestra, según Lamora, la "enorme potencialidad" de la tecnología aplicada a los residuos. De ahí que la Edar Bens colabore desde abril con la central térmica de As Pontes en la investigación del uso de lodos de depuradora para la generación de energía eléctrica exenta de emisiones de CO2. Una de las conclusiones es que la materia orgánica enviada „ en torno a 150 toneladas„ "tiene un poder calorífico muy similar al carbón", explica Carlos Lamora.

Hasta ahora, gracias a la infraestructura de suministro de gas, el proyecto liderado por la depuradora coruñesa ha logrado abastecer de combustible a tres furgonetas del servicio de mantenimiento de la red de depuración de aguas de Bens, así como a una de las líneas de transporte interurbano „entre A Coruña y Sada„ de la compañía Cal Pita.

A partir del miércoles, el proyecto se abre a una segunda fase que supera el uso del biometano „el gas generado a través del aprovechamiento residual„ como combustible. Se trata de la inyección a la red del gas renovable, una práctica casi inexistente en España. Lamora subraya la "relevancia económica" de esta operación, puesto que "en Europa el gas renovable vale el doble que el gas natural". Para llevarla a cabo cuenta con la energética Naturgy, el otro socio tecnológico de un proyecto que ha contado con la participación del Centro Tecnológico EnergyLab y la financiación europea y autonómica.

Según el informe de la Fundación Cotec, la importancia del gas renovable dentro de la economía circular tiene que ver con que se produce a partir de residuos orgánicos (Edar, vertederos, residuos agrícolas o ganaderos), es neutro en emisiones de CO2 y totalmente intercambiable por el gas natural, de modo que lo puede ir sustituyendo de forma paulatina sin que ello tenga ningún impacto en los usuarios, a la vez que genera un subproducto que puede utilizarse como fertilizante orgánico de origen renovable. Además, señala el mencionado estudio, reduce los impactos negativos que producirían los residuos de no revalorizarse, como el deterioro de las condiciones ambientales y sociales en el entorno, la contaminación de aguas, o la emisión de gases de efecto invernadero por descomposición de la materia orgánica.

Autosuficiencia

También resalta que el gas renovable aporta otros beneficios importantes a la sociedad. Al ser de producción local, potencia la autosuficiencia y seguridad energética, y el desarrollo de nuevos empleos. Ayuda también a resolver de una forma sostenible la gestión de los residuos, un ejemplo claro de lo que debe ser el desarrollo de una economía circular. Y, por último, su desarrollo no solo no requiere de inversiones adicionales en nuevas redes de transporte y distribución, sino que permite utilizar las redes actuales ya construidas, aprovechando las infraestructuras y las inversiones ya realizadas por el sistema. El proyecto de Bens, enmarcado en la apuesta de Naturgy por el gas renovable, tiene como fin último divulgar la viabilidad técnica de las nuevas tecnologías, innovar en los procesos de producción, optimizar sus costes y alinear las visiones que los distintos agentes tienen del desarrollo del gas renovable, que a futuro permitirá cubrir una parte significativa de la demanda total de gas con un gas renovable y sin emisiones de CO2. Con ello se pretende cerrar el círculo hacia una economía circular en la que los residuos generados en la ciudad, tras su valorización en forma de gas renovable, se conviertan en un recurso energético.