El expresidente del Banco Popular Ángel Ron declaró ayer en la Audiencia Nacional que el responsable de la quiebra de la entidad fue su sucesor en el cargo, Emilio Saracho, que, según su versión, llegó a la presidencia aupado por el entonces consejero y accionista Antonio del Valle Ruiz, y la también consejera Reyes Calderón, con la única intención de vender el banco, intervenido en junio de 2017 por las autoridades financieras europeas y traspasado al Santander por el precio simbólico de un euro. Ron compareció como imputado ante el juez José Luis Calama, que le interrogó sobre asuntos como la ampliación de capital acometida bajo su mando, la presunta orden de involucrar a accionistas minoritarios en el proyecto, las tasaciones de sus activos inmobiliarios y su proceso de salida del banco. Hoy vuelve a comparecer para responder a Fiscalía Anticorrupción y su defensa.

Las fuentes jurídicas consultadas explican que Ron incidió en que Saracho, como experto en banca de inversión y no en banca comercial, llegó a la presidencia del banco con la única intención de venderlo a bajo precio, aunque dijo desconocer a quién. Para apuntalar esta tesis, Ron contó al juez que el propio Saracho le dijo al poco de su llegada que si no podía ampliar capital, estaba dispuesto a montar una tómbola con el Popular. Según Ron, detrás de su salida de la presidencia y del fichaje de Saracho estuvo Antonio del Valle, con quien mantuvo desavenencias. El exbanquero, imputado, entre otros, por presuntos delitos societarios y apropiación indebida, atribuyó al inversor presuntas maniobras para hacerse con el banco a bajo precio.