Los gallegos mayores de 45 años pertenecen, sociológicamente, a dos etapas generacionales: la de los llamados Baby Boomers por el auge de la natalidad durante el desarrollismo y la posterior Generación X. Laboralmente protagonizan uno de los fenómenos más complejos por su difícil resolución: el del paro de larga duración. De ahí que el informe Situación laboral das persoas maiores de 45 anos en Galicia, elaborado por el sindicato CCOO, proponga una veintena de medidas para mejorar la empleabilidad de este colectivo en la comunidad gallega. Dentro de estas tienen una especial relevancia las dirigidas al reciclaje profesional y a la formación permanente en nuevas tecnologías.

Uno de los objetivos del estudio es "identificar claramente al colectivo", de ahí que incluya una radiografía estadística de la última década a partir de los datos de la EPA y el Instituto Galego de Estatística (IGE). En este sentido, cabe destacar que los mayores de 45 años lideran el aumento del paro en la comunidad al encarnar el 24,8% del desempleo en 2009 y el 40,5% actual. "Mientras que para el conjunto de las edades el desempleo disminuye en 20.700 personas, para este colectivo crece en 16.800 (+42%)" hasta superar los 55.000 parados en la actualidad, señala el informe. "La respuesta no pasa por la emigración: aquí la mayoría tienen responsabilidades familiares y son reacios a la movilidad", apunta Maica Bouza, secretaria de empleo de CCOO y autora del estudio.

El informe señala que "este colectivo heterogéneo marcado por el rol de género" cuenta con "una mayor presencia en el sector primario y el empleo autónomo". Aunque la mayoría trabaja en el sector servicios, la temporalidad y el empleo a tiempo parcial les afecta menos que a los de menor edad. Las mayores debilidades tienen que ver con "un menor nivel educativo que la gente más joven, experiencia limitada a un puesto de trabajo, escaso reciclaje profesional, cargas familiares y menor capacidad de modificar sus trayectorias para reinsertarse en el empleo después de haberlo perdido". Según el estudio de la central sindical, el 94,5% de los desempleados de larga duración tienen 45 años o más, con estudios secundarios, proceden fundamentalmente del sector servicios y son mayoría mujeres.

Mujeres con calificación baja o media-baja en el ámbito de los servicios, en industrias manufactureras o en puestos administrativos; y hombres que trabajaron en el sector industrial como operarios o en ocupaciones de carácter manual con un nivel de calificación medio pero desfasado responden al perfil de desempleado.

De las personas desempleadas de larga duración mayores de 45 años, las de 45 a 50 años tienen mayor potencial de empleabilidad; las de 50 a 60 años perciben ya prestaciones asistenciales y las de más de 60, mayoritariamente mujeres, no hacen búsqueda activa de empleo, señala el estudio.

El colectivo presenta menos riesgo de salida del empleo, pero también menos posibilidades de regresar tras una salida involuntaria por estereotipos negativos (menos productivos, menos flexibles y, sobre todo, más caros).

Sufren una importante brecha formativa: menor nivel de calificación formal y menor participación en la formación para el empleo. Los principales problemas son la falta de trabajo y la edad (menor número de ofertas laborales para el colectivo) .

El estudio alude a una serie de dificultades como "la pérdida de la autoestima, el exceso de especialización y la falta de multihabilidad, o las reticencias a la adaptación que requiere el cambio a otros puestos de trabajo".

El hecho de que este colectivo haya estirado la población activa en 110.800 personas durante la última década, le ha permitido incrementar tanto el número de parados (16.800 ) como el de ocupados en más de 90.000 personas. De ahí que su tasa de ocupación aumentase un 21% desde 2009 en la comunidad hasta representar prácticamente la mitad del millón de ocupados gallegos actuales. "Representan más empleo y más desempleo al mismo tiempo", asegura Maica Bouza.