El expresidente del Banco Popular, el gallego Ángel Ron, aludió ayer a una carta que el Banco de España envió en mayo de 2016 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la que decía que los 2.500 millones de la ampliación eran suficientes para equiparar las coberturas de la entidad al sector. En dicha misiva, que fue enviada un día después de que el consejo de administración del banco aprobara la operación, el organismo regulador consideraba que el empujón en el capital, unido a la buena actividad bancaria, permitirían al Popular acercar sus provisiones a la media del 50% en la que se situaban el resto de entidades del país.

Ron, que compareció por segundo día consecutivo en calidad de investigado por las presuntas irregularidades que habrían acompañado a la ampliación de capital de 2016, volvió a responder a las preguntas del juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama, de nuevo incisivo, de la Fiscalía Anticorrupción y de su propia defensa.

Durante cerca de cuatro horas, el que fuera presidente del banco entre 2004 y 2017 aseguró además que el Banco Central Europeo (BCE) nunca les comunicó que el Popular estaba incumpliendo el capital regulatorio ni la normativa sobre provisiones.

Y es que sólo tenían que aumentar su nivel de cobertura por un tema de mercado, para que éste no tuviera ninguna duda de que se trataba de un banco sólido, aclaró el expresidente, que puso énfasis en que todos los aspectos relacionados con la contabilidad estaban dentro de la regularidad. Una versión con la que trató de refutar el informe de los dos expertos cedidos a la causa por el Banco de España, que aunque en su escrito conocido la pasada primavera concluyeron que la entidad era viable en el momento de la ampliación, las cuentas reflejadas en el folleto "no respetaban determinados aspectos de la normativa". Ron también incidió en que la entidad, bajo su mandato, tasaba "mucho": solo en 2016 retasó el 79% de sus activos.