Alrededor de Amancio Ortega se levanta periódicamente el reiterado debate de las donaciones de millonarios, poco dado a las opiniones intermedias. O se defienden sin matices o son rechazadas de plano. Sucede cada vez que el fundador de Inditex formaliza una nueva entrega de equipos oncológicos a una autonomía y campaña tras campaña, convertido en una diana recurrente de las críticas del dirigente de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que en la última semana arrancó la contienda electoral desde el programa El Hormiguero llamando "señorito" al empresario. La única respuesta del discreto Ortega viene de la trayectoria de su fundaciónfundación, que tiene mucha vida más allá de la cesión de tecnología punta para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer al sistema público de salud. La entidad superará los 400 millones de inversión hasta 2023, según el balance publicado por la propia fundación. Es el gasto comprometido a estas alturas ya, el doble de lo ejecutado desde 2014, sin contar por lo tanto los proyectos a mayores que surjan en los próximos cuatro años.

De los 402,2 millones de euros que ya han sido reservados, cerca de 66 millones están destinados al área educativa, donde el incremento ronda el 58%. Aquí destaca el programa de becas en Estados Unidos y Canadá, del que se beneficiaron 2.325 estudiantes desde que empezó a funcionar en 2010.

A las iniciativas sociales irán, al menos, otros 336,5 millones de euros, un 109% más -el doble-. Junto al equipamiento oncológico, la Fundación Amancio Ortega apuesta por la construcción de escuelas infantiles, centros de día y de atención integral a personas mayores que luego traspasa a la administración correspondiente, sea la Xunta o un ayuntamiento. Van ocho guarderías. Entre ellas, una en Arteixo en un edificio que alberga también un centro de mayores.

Fruto de otro convenio entre ambas partes sellado en esa misma fecha, la fundación está levantando un centro de educación especial para la Asociación Amencer, dedicada a la atención integral de personas con parálisis cerebral y patologías afines. La inversión estimada son seis millones de euros. En ayudas individuales a instituciones sociales que necesitan un respaldo para sus actividades y servicios se desembolsaron en 2018 más de 600.000 euros de los 1,5 millones concedidos, como recogen las cuentas anuales de la fundación, con un excedente de 5,7 millones en ese ejercicio.

La inmensa mayoría de los recursos vienen de su presidente. La aportación de Ortega desde 2014 supera los 206 millones, tras los 78,7 millones de 2018. Los ingresos financieros suman únicamente 100.000 euros procedentes de los rendimientos de 1,1 millones de euros en renta fija y de un depósito de 19,6 millones. El hombre más rico de España y sexta fortuna del mundo, según la lista Forbes, no es una excepción en los pobres intereses con los que remuneran el ahorro los bancos: en un año se le redujeron un 62%. Los gastos de personal ascendieron a 464.000 euros y a 369.000 los de actividad, incluidos los 72.000 euros por el alquiler que la Fundación Amancio Ortega paga a Inditex por su sede.

DIVIDENDOS

Como primer accionista que es, el fundador de Inditex ha ingresado este año un total de 1.626,2 millones de euros en concepto de dividendos de la compañía una vez que ayer cobró los 813,1 millones de euros de la última retribución del ejercicio que abona el gigante textil gallego a sus accionistas. Amancio Ortega recibe los casi 1.630 millones de euros en dividendo a través de las sociedades Pontegadea Inversiones y Partler, con las que controla un 59,294% del accionariado de Inditex, un 17,6% más que en 2018.