Hace meses que los gobiernos europeos están en guardia frente a las criptomonedas por los riesgos que esconden en materia de seguridad, privacidad o protección del consumidor sin olvidar su posible uso para el blanqueo de dinero o la financiación del terrorismo. Pero la posibilidad de que proyectos como Libra, diseñado por el gigante digital Facebook, lleguen a despegar en la UE siguen siendo hoy por hoy nulas.

"Ningún acuerdo global sobre criptomonedas debería comenzar a funcionar en la Unión Europea hasta que los desafíos y riesgos legales, regulatorios y prudenciales no haya sido adecuadamente identificados y abordados", coinciden los 28 gobiernos de la UE y la Comisión Europea en un proyecto de declaración abordado ayer por los ministros de economía y finanzas de la UE (Ecofin) y que será aprobado en diciembre. Los 28 reconocen que este tipo de activos ofrecen grandes "oportunidades" por su potencial para abaratar el coste y los tiempos de las transferencias, particularmente las transfronterizas, pero también que esconden desafíos importantes. "Cuando una iniciativa tiene el potencial de alcanzar una escala global es probable que las preocupaciones se amplifiquen y exista un nuevo riesgo potencial para la soberanía monetaria, la política monetaria, la seguridad y eficiencia de los sistemas de pago, la estabilidad financiera y la libre competencia", alertan recordando que cualquier proyecto de este tipo ni debe minar "el orden financiero y monetario existente" ni por supuesto "la soberanía monetaria" de la UE. En este sentido, y aunque no mencionan explícitamente a Libra, recuerdan que "algunos proyectos recientes con dimensión global", como el protagonizado por Facebook, han ofrecido información "insuficiente" sobre cómo responder a los riesgos. "Esta falta de información adecuada hace muy difícil llegar a conclusiones definitivas" y cualquier entidad que quiera poner en marcha una criptomoneda digital debe presentar "información plena y adecuada urgentemente".

"No queremos matar la innovación sino apoyarla pero abordando los riesgos de manera proporcionada", insistió ayer Valdis Domvrovkis tras el debate del Ecofin. El vicepresidente de la Comisión Europea es consciente de la importancia de las nuevas tecnologías en el sector financiero y de que las criptomonedas estables son una "alternativa rápida y barata".