El parque eólico de 50 megavatios que Naturgy construirá en los terrenos de la central térmica de carbón de Meirama (Cerceda) "no soluciona el problema del empleo" para los trabajadores de esta planta de carbón abocada a cerrar antes del 30 de junio. "El eólico puede dar trabajo durante la construcción, pero después no queda más que una persona a cargo del parque", reflexiona el presidente del comité de empresa, Bautista Vega. A su juicio, los trámites que la eléctrica ha iniciado con la Xunta para instalar 15 aerogeneradores en Cerceda "no son una solución para mantener los puestos de trabajo" y reindustrializar el municipio. Para generar empleo y mantener parte de la actividad productiva en la zona, el comité reclama a Naturgy que reconvierta la térmica de carbón en una planta de biomasa.

Pasar de quemar carbón a quemar restos vegetales de los montes gallegos es una transformación "técnicamente viable" según defiende el comité de Meirama. Pero la potencia energética de estos desbroces es mucho menor que la del mineral (combatido por la UE por su alto índice de contaminación atmosférica). La quema de biomasa es más ecológica pero genera menos electricidad que el carbón y los números se complican. Por eso, la plantilla de Meirama deposita sus esperanzas en que el futuro Gobierno subvencione este tipo de instalaciones en las zonas afectadas por la política de descarbonización. "Anunciaron ayudas para las comarcas afectadas por la transición energética y esperamos que sea así para que realmente ese proceso sea justo", afirma el representante sindical de Meirama. La plantilla actualmente está conformada por 50 trabajadores „frente a los 87 que había en enero, cuando Naturgy anunció el cierre„ a los que se suma una veintena de operarios de empresas auxiliares para los que el comité también pide garantías de empleo.

"Una planta de biomasa es lo que puede mantener parte del empleo en Meirama, tanto en la plantilla como en las empresas auxiliares", defiende Vega, quien destaca que las infraestructuras ferroviarias de la que ya dispone el lugar servirían para transportar el nuevo material y que la iniciativa generaría un beneficio social para Galicia, valorizando los bosques y combatiendo los incendios.

En lo que va de año, la plantilla directa de Meirama se ha visto reducida casi a la mitad, con unas 40 salidas. La mitad fueron prejubilaciones y el resto, recolocaciones. Según los cálculos del comité, la planta de biomasa permitiría mantener entre 20 y 25 puestos de trabajo directos y otros tantos de empresas auxiliares dentro de la instalación. Además, generaría empleo en tareas forestales para recolectar la biomasa y transportarla.

Naturgy no ha dado todavía una respuesta firme al comité. "La empresa dice que lo está estudiando y que sin subvención la biomasa no le es rentable", indica Vega, quien considera factible que el nuevo Ministerio de Transición Ecológica articule algún mecanismo para rebajar los costes de estas centrales. El comité mantiene una ronda de contactos institucionales para reclamar la planta de biomasa.

La térmica de Meirama lleva meses parada „al igual que As Pontes„ por el fuera de juego del carbón en el mercado eléctrico: los costes están disparados por el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 (a 25 euros por tonelada cuando hace dos años costaban 6 euros) y la demanda mermada por el abaratamiento del gas natural y el auge de las renovables. La central de carbón de Meirama cerrará como muy tarde en junio, con una normativa europea que estrecha el cerco a las emisiones.