Aunque Endesa todavía no ha solicitado el cierre de su central térmica de As Pontes, al Gobierno no le queda ya ninguna duda de que la planta „la mayor de todas las que producen electricidad con carbón en España„ cesará definitivamente su producción antes de 2022. Ese es el límite que ha marcado la multinacional en la actualización de su plan estratégico que hizo pública esta semana y el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, lo entiende como "una decisión de una empresa". El representante del Ejecutivo central prometió ayer acompañamiento a la comarca pontesa para "resolver los problemas que traiga consigo" el cierre de la térmica, de la que viven más de 700 familias, y ayudas para "reindustrializar y subvencionar nuevas formas de trabajo" en la zona. La Xunta, por su parte, reclama "reactivar la actividad" y exige explicaciones al Gobierno y también a Endesa.

"Ningún territorio afectado por los cierres por la obsolescencia del carbón va a ser abandonados a su suerte", aseguró Javier Losada, para luego garantizar que el Ejecutivo central trabajará para dar soluciones tanto a los empleados como a las empresas auxiliares afectadas con medidas que permitan "reindustrializar y subvencionar nuevas formas de trabajo" en la zona. Lo hará, concretó, con la "implicación" de los ministerios de Transición Ecológica, Industria y Trabajo, que a su vez deberán estar "coordinados" con la Xunta, "con todas las competencias industriales y económicas que tiene", enfatizó Losada. Todo ello en "íntimo contacto y colaboración con el Ayuntamiento de As Pontes", que gobierna el socialista Valentín González, también presidente de la Diputación de A Coruña.

Losada expresó su convencimiento de que habrá una "transición justa" [hacia una producción de energía sin emisiones contaminantes] para "resolver aquellos problemas que esto traiga consigo para las poblaciones, en este caso de As Pontes". Una transformación en la que el Gobierno aspira a mitigar el impacto en el empleo "buscando reindustrializar, buscando subvencionar nuevas formas de trabajo", así como con "nuevos elementos de consecución de energía eléctrica" para la fábrica de Endesa en As Pontes. A juicio del delegado, "aún hay un tiempo hasta que se haga efectiva" la decisión de Endesa, para dar alternativas a los trabajadores.

Por parte de la Xunta, el conselleiro de Economía, Francisco Conde, exigió ayer a Endesa y al Gobierno "claridad" y "medidas" para garantizar la reactivación de la térmica. Conde afirmó que la situación es "insólita" y recordó que la Xunta reclamó la convocatoria de la mesa de seguimiento esta misma semana. "Debe ser inminente, porque esta incertidumbre no responde a la urgencia que tienen 700 familias", subrayó. A su juicio, "el único lugar donde se pueden resolver" las dudas actuales es la mesa de seguimiento que reúne a la Xunta, el Ministerio para la Transición Ecológica, la compañía, el Ayuntamiento y el comité de empresa. Desde que Endesa deslizó el anunció de cierre, en septiembre, es la primera vez que la Xunta pide explicaciones directamente a la eléctrica.

El responsable gallego de Industria desveló que "la empresa trasladó el lunes el contenido" de su informe sobre planificación a futuro y lo que respondió el Ejecutivo autonómico es que "ese contenido no podría ser en ningún momento una excusa para que la empresa no tomara decisiones y se puedan dar alternativas" a As Pontes. Después, agregó, vino esa "solicitud a la ministra para que convoque la mesa de seguimiento y la empresa pueda trasladar de forma transparente sus planes".

El objetivo, según insistió Conde, es "conocer cuál es la posición de la empresa y el plan que tiene para Galicia", y "si realmente tiene la intención de reactivar la actividad de la planta y establecer una visión de futuro para los trabajadores". La Xunta, además, exige "conocer el plan del Gobierno y saber si tiene la intención de adoptar medidas que permitan esa reactivación", como algunas de tipo fiscal.

"Para que As Pontes tenga una oportunidad de una transición justa la única vía posible es la reactivación de la actividad de la planta y por tanto que podamos aportar los fondos que la Comisión Europea va a poner a disposición de todos los países para aportar alternativas, concluyó Conde. "No es razonable plantear una transición sin una alternativa y por tanto la única vía posible es poder reactivar la actividad de la planta y tener preparadas las condiciones de la central para que se pueda optar a esos fondos de la transición justa", zanjó el conselleiro.