La Federación Galega de Transportes de Mercancías (Fegatramer) criticó ayer el "abandono" que atribuyen a la administración hacia los transportistas gallegos del carbón y señaló que se "les habían prometido ayudas para intentar paliar su situación después de más de siete meses sin trabajar" en la central térmica de As Pontes. La asociación sostiene que el colectivo permanece "sin cobrar" y sin "nada de lo prometido", por lo que "se sienten desamparados y abandonados".

La entidad expresó su "apoyo a la lucha contra el cambio climático", pero también reclamó que la "transición energética sea racional y se lleve a cabo con sentido común". Por ello, exigió a "las distintas administraciones más hechos y menos palabras" e instó a que el complejo pontés de Endesa "retome su actividad" tras las "pruebas técnicas para rebajar las emisiones". A su juicio, "la maximización de los beneficios" no debe ser el "único objetivo" de la compañía, a la que exhortó a actuar "en base a la responsabilidad social empresarial". "Después de tantos años, de alguna manera, Endesa tiene una deuda con este territorio que le ha dado tanto y puede comenzar a devolver en parte", señala.