Al comité de empresa de Emesa (Elaborados Metálicos SL) no le cuadran las cuentas de una compañía con casi 90 trabajadores y gran arraigo en las comarcas de A Coruña y Betanzos. La firma pertenece a Soil Recovery y está considerada "uno de los mejores fabricantes de estructura atornillada a nivel internacional", pero los números que manejan los representantes de los trabajadores "asemejan un expolio". Así se refiere Juan Naveira, secretario del comité de empresa, a la situación financiera de Emesa después de que el propietario les comunicase la entrada en concurso de acreedores y la amenaza de un ERE (expediente de regulación de empleo) extintivo para la plantilla, lo que conlleva el cierre de esta firma nacida en 1958.

Según el comité de empresa, Emesa facturó cerca de 50 millones de euros desde 2015, año en que Soil Recovery adquiere la compañía al Grupo Isolux. "¿Cómo es posible que ahora se nos endose una deuda de 18 millones de euros si la compañía no ha cumplido con los bancos, los proveedores ni la Seguridad Social?", se pregunta Juan Naveira. Este diario intentó contactar ayer telefónicamente con la empresa para contrastar la información facilitada por los representantes de los trabajadores, pero el director de Operaciones de Emesa, Andrea Ciricugno, rehusó esa posibilidad. El dueño, Soil Recovery, está presidida por Ignacio Ruiz-Gallardón García de La Rasilla, primo del exministro del PP, Alberto Ruiz-Gallardón. Por su parte, el consejero delegado del Grupo Soil es Luis Mingo Martín.

Naveira compara la gestión empresarial con la de un "fondo buitre". "Sospechamos que quieren liquidar Emesa para salvar el grupo, al que atribuyen una deuda de 24 millones", comenta.

Especializada en la ingeniería, fabricación y montaje de soluciones, el sello de Emesa está presente en reconocidas firmas e infraestructuras de A Coruña, España y el mundo, entre ellas la nueva planta de biomasa de Curtis-Teixeiro o la ampliación del puente de Rande. Naveira sostiene que al grupo le ha sido adjudicada la Estación Intermodal de Mons, en Bélgica, y que se halla en ejecución el puente de Valdebebas.

Sus estructuras también dan forma a la refinería coruñesa de Repsol, Estrella Galicia, la cubierta de carbones de la factoría de As Pontes, la Ciudad de las Artes de Valencia, la T4 de Barajas, la Torre Picasso de Madrid, el Hotel Ars de Barcelona, el puente Lusitana en Mérida, la Philarmonie de París, la zona cero de Nueva York, la Intermodal de Lieja, la Intermodal de Lisboa o la torre Turning Torso en Malmoe (Suecia), uno de los edificios residenciales más altos de Europa.

Desde Calatrava a Moneo o Norman Foster, Emesa figura en la ejecución de las obras de prestigiosos arquitectos contemporáneos. Los trabajadores, que no cobran desde septiembre, se han comprometido a "luchar hasta el final" para salvar la empresa.