La Federación de Industria del sindicato CCOO denuncia la "desindustrialización permanente" de la comarca de A Coruña, donde, tras el reciente cierre de Isowat y el conflicto de Alcoa, se añaden los actuales procesos de ajuste en la empresa de elaborados metálicos Emesa y la pesquera Isidro 1952, antigua Isidro de la Cal.

El secretario xeral da Federación de Industria de CCOO de Galicia, Victor Ledo, criticó ayer la "actitud" tanto de la Xunta y como del Gobierno central, y exigió a ambas administraciones que se pongan a trabajar en la defensa de la industria comenzando por la derogación de la reforma laboral. "A la Xunta le vamos a exigir que deje de estar de perfil, como está haciendo con la situación de Barreras y Vulcano, y se implique en favor del mantenimiento del empleo tanto en Emesa como en Isidro 1952, empresas en las que no hay justificación para que sus cuadros de personal padezcan los procesos de ajustes que están en marcha", expuso Ledo.

El responsable de Industria de CCOO en Galicia también destacó que "la próxima subasta de interrumpibilidad coloca a la industria gallega al borde de la desaparición". Además, anunció que Comisiones va "a trabajar en incrementar la presión también en el ámbito estatal, presión que va a estar liderada por Galicia con la previsión en enero de 2020 de una importante movilización de toda la industria electrointensiva promovida unitariamente con todos los sindicatos".

El secretario xeral del Sindicato Comarcal de Industria de CCOO de A Coruña, Arturo Julián, lamentó que a pesar de la "importante carga de trabajo", Emesa empieza un "ERE de extinción total" que afectaría a 84 puestos de trabajo. "Isidro 1952 „añadió Julián„ pretende volver a la precariedad anterior intentando justificar que la subida SMI (salario mínimo interprofesional) y la condición del convenio de Elaborados le supone una situación económica insostenible, pero lo que tienen que explicar es el porqué de la subida salarial de la dirección de empresa en más de un 50% desde 2016", criticó.

LA MARCHA DEL CARBÓN, APLAZADA

Los transportistas del carbón de la central térmica de As Pontes, amenazada de cierre, completaron ayer la tercera jornada de su marcha "por una transición justa", entre Miño y Oleiros. El colectivo, de unas 150 personas, tuvo que cancelar la última etapa, en la que tenían previsto llegar hoy a A Coruña, debido a la alerta meteorológica. La acción reivindicativa se completará cuando el tiempo lo permita, previsiblemente la próxima semana, según explicó Manuel Bouza, portavoz de los camioneros ponteses.

Por otra parte, Endesa -que se ha comprometido a valorar de nuevo la opción de los biocombustibles y revisar su decisión de cerrar As Pontes antes de 2022- anunció un megaproyecto renovable para sustituir la térmica de Andorra (Teruel), con una inversión de 1.487 millones de euros. La eléctrica prevé suplir casi toda la potencia de las centrales de carbón de Andorra y Compostilla (León), que cerrará en 2020 con generación de fuentes renovables.

Unos 30 trabajadores de M3, empresa auxiliar de las obras de As Pontes realizaron ayer una protesta para denunciar sus despidos tras problemas con el pago de salarios.