Los principales sindicatos del país y las patronales de gran consumo de energía y siderúrgicas arremetieron ayer contra la convocatoria del Gobierno de la subasta de interrumbilidad (que asigna primas para reducir la factura de la luz de la gran industria), al considerar que el recorte de casi el 60% de la potencia supone un golpe "durísimo" a la competitividad de la industria electrointensiva española.

Así lo transmitieron los sindicatos UGT y CCOO junto con la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (Aege) y la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), en una carta conjunta remitida a la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, y a la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.

Las patronales y los agentes sociales manifiestan su "disgusto y gran preocupación" en relación a la convocatoria de la subasta del servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad que convocó el Gobierno el pasado 3 de diciembre, en la que recortaba a 1.000 megavatios (MW) de potencia la subasta, frente a los 2.340 MW que fueron asignados en la última subasta. Denuncian que pagan el megavatio a 20 y 25 euros más que su competencia francesa o alemana.