España 'mató' el 2019 en términos de empleo de la misma manera que vivió el resto del año. El crecimiento de la ocupación da señales de cierto agotamiento, aunque el enfriamiento general de la economía que empaña ya de manera evidente otros indicadores como la inflación o el PIB está encontrando mayores resistencias en el mercado laboral. La Seguridad Social acabó el ejercicio con casi 400.000 afiliados más que los que tenía en diciembre del año anterior, lo que representa el cierre más flojo en los últimos seis años. El paro sigue a la baja y cierra el 2019 con su séptimo año consecutivo de reducciones, aunque también refleja signos de agotamiento, con el descenso más moderado de esos siete años.

El ciclo expansivo en el que lleva inmerso el mercado laboral español durante los últimos cinco años continúa, pero este vive ya en una etapa más cercana a la decadencia que al vigor de sus inicios. La evolución de los datos muestran que el recién concluido 2019 fue un año de transición, con una ocupación que crecía a un ritmo del 2,9% interanual en enero y que ha acabado diciembre al 2%. Un porcentaje más cercano al 2,6% del diciembre del 2015, el primero de la recuperación del empleo, que del 3,4% del 2017, el ejercicio con incrementos más vigorosos.

Pese a dicha desaceleración, España cerró el 2019 con 19.408.538 afiliados a la Seguridad Social, 384.373 más que el mismo mes del año anterior. Una de las notas positivas es el empuje que conserva el empleo de las mujeres, en comparación con el de los hombres. Estas cerraron el 2019 con un ritmo de incremento del 2,6% interanual (el masculino fue del 1,5%) y un total de 9.060.045 trabajadoras en activo, la cifra más alta de la serie histórica.

38.692 parados menos

El agotamiento del mercado laboral español es mucho más evidente a la hora de reducir las colas del paro que de cara a generar nuevos empleos. Así lo revelan los datos publicados por el Ministerio de Trabajo este viernes, que muestran que si la ocupación empezaba el año creciendo al 2,9% y lo terminó al 2%; el paro comenzó el año con reducciones interanuales del 5,5% y lo terminó bajando al 1,2%. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 38.692 desempleados respecto a dieciembre del 2018 y lo hizo por séptimo cierre de año consecutivo. Aunque este también fue el menos pronunciado desde que España inició la recuperación en el 2013.

El volumen total de parados alcanzó al finalizar el ejercicio la cifra de 3.163.605 desempleados, la más baja a cierre de año desde 2008, después de registrar en el último mes de 2019 un descenso mensual de 34.579 desempleados (-1,08%), su peor dato en un mes de diciembre desde 2011, cuando subió en 1.897 parados.

La bajada del desempleo en 2019 es la séptima consecutiva tras la de 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018 cuando el paro cayó en 147.000, 253.000, 354.203, 390.534, 290.193 y 210.484 personas, respectivamente, y contrasta con las subidas experimentadas en el periodo 2007-2012.

En concreto, en 2012, 2011 y 2010 el paro aumentó en 426.364, 322.286 y 176.470 personas, respectivamente, mientras que en 2007, 2008 y 2009 las listas de las oficinas públicas de empleo sumaron 106.674, 999.416 y 794.640 parados más.

El peor dato desde el 2012

De este modo, el descenso de 2019 es el peor dato anual desde 2012, cuando el desempleo subió en más de 426.000 personas. Si sólo se tuvieran en cuenta los años en los que ha descendido el paro, el de 2019 sería el menor recorte del desempleo desde el ejercicio 2005, cuando bajó en 9.778 parados.

En cuanto a la contratación, en 2019 se realizaron algo más de 22,5 millones de contratos, un 1% más, de los que 2.159.434 fueron contratos indefinidos, el 9,6% del total, con un descenso del 5,5% respecto a 2018.