El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, afirmó ayer que hay aspectos de la reforma laboral que se pueden derogar sin contar con el diálogo social, como es el caso del artículo 52, apartado d, del Estatuto de los Trabajadores, que justifica el despido objetivo de un trabajador que falte el 20% o más de días laborables en su centro de trabajo de forma justificada durante dos meses. En esta línea, Álvarez apuntó que la actuación de la CEOE, ante el despido de centenares de miles de personas por acumulación de bajas, "no es de recibo". Además, considera que la patronal debería pensar en las personas y afirmó que derogar este artículo "no es objeto de debate", porque "cuando hay grandes injusticias, hay que cortarlas de raíz".

"He notado una falta de un mínimo de humanidad por parte de la CEOE al no reprochar a las empresas que hayan despedido a trabajadores por esta cuestión; este país no se puede convertir en una jungla en el que una persona por estar más de ocho meses de baja pueda ser despedida", dijo.

Asimismo, también considera que se puede aprobar ya, sin esperar al diálogo social, la derogación de las reformas de pensiones de 2013 y volver a la situación que había en 2011, que fue consensuada tanto por la patronal como por los sindicatos. Así, afirmó que le gustaría que estas dos cuestiones se derogaran en el primer Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo.

En un encuentro con los medios, Álvarez dejó claro que el Gobierno tiene que ser consciente de que la derogación de las reformas laborales, negociada con agentes sociales, es una condición "necesaria" para poder entrar a discutir y elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores.

"UGT quiere formar parte del cambio y creemos que es oportuno que los sindicatos podamos dialogar, discutir, negociar y, si es posible, acordar con el Gobierno aquellos elementos fundamentales que nos hagan conseguir que nuestro país sea un país en el que prime la redistribución de la riqueza", aseveró.