Galicia es la tercera comunidad en la que más aumentó la contratación temporal en el último año, con un alza del 3,6% (8.400 nuevos empleos). Y es que en los últimos doce meses, nueve de cada diez nuevos contratos gallegos fueron de carácter temporal. Solo Navarra (+9%) y Murcia (+5,3%) cuentan con mayores incrementos en la temporalidad.

En cambio, la contratación indefinida solo se incrementó en Galicia un 0,1% (900 personas fijas). Esto contrasta con lo sucedido en el conjunto de España, que arroja un porcentaje positivo en la creación de empleo indefinido (+3,3%) y una caída del temporal (-0,7%), según el Monitor Adecco de Ocupación divulgado ayer.

En los últimos doce meses reflejados en la EPA, el número de ocupados en Galicia aumentó en más de 9.000 personas (+0,8%). Un avance que se explica por el trabajo asalariado, pues se rebaja el trabajo autónomo.

"Uno de cada tres contratos en Galicia tiene una duración inferior a una semana", asegura Maica Bouza, secretaria de Empleo en Galicia del sindicato CCOO. Bouza, que califica 2019 como el "año de la precarización" por la "baja calidad" del empleo creado en la comunidad gallega, achaca este fenómeno a la "crisis en el sector industrial, auténtico motor de la estabilidad laboral". "Precisamos que la Xunta apueste por la industria y los servicios de alto valor añadido", comenta.

El secretario confederal de Emprego de la CIG, Fran Cartelle, comparte el diagnóstico. "Galicia compensa la pérdida de empleo industrial de calidad con empleo temporal de muy pocos días en el sector servicios", afirma. "Esto tiene dos efectos: la precariedad laboral y la desertización industrial", comenta.

Cartelle culpa en primer lugar a la Xunta porque "tiene transferidas las competencias en materia industrial". "El problema es que el Ejecutivo autonómico solo entiende Galicia como un país turístico en el que prima el Xacobeo y el sector servicios", declara.

Entre los asalariados gallegos, el sector privado creó 12.800 empleos (+1,9% interanual), en tanto que en el sector público perdió 3.600 asalariados (-1,9%).

En Galicia, siete de las once ramas de actividad que existen incrementaron su ocupación a lo largo de los últimos doce meses (un año atrás se creaba empleo solo en seis de ellas), mientras en las restantes cuatro se produjo un descenso del empleo. Los mayores incrementos se produjeron en las manufacturas (+11,7%; equivalente a 17.800 profesionales), construcción (+9,2%; 6.200 nuevos puestos de trabajo) y servicios culturales y otros (+8,5%; 6.500 contrataciones). Entre las cuatro ramas cuyo nivel de empleo descendió, el peor resultado es el de las actividades inmobiliarias, con una caída interanual de un 22,9%, que equivale a la pérdida de 1.100 empleos. Un año atrás era la rama de actividad que más crecía interanualmente (+37,1%, con 1.300 empleos).