El marcado carácter técnico del nuevo ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones es más que evidente. Y ayer, durante su intervención en la primera reunión ministerial sobre Migración e Integración de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en París, quedó claro otra vez. El expresidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) defendió la vital contribución de la inmigración para paliar los efectos económicos, que son muchos, del invierno demográfico. "La inmigración no es solo un problema humanitario, sino que es una oportunidad para nuestro crecimiento y para la sostenibilidad del sistema de pensiones", aseguró José Luis Escrivá, haciendo hincapié en que el fenómeno migratorio tiene un carácter global y que ningún país puede abordarlo de manera aislada.

España debe, según el ministro, apostar por el multilateralismo y la cooperación internacional como la única vía posible para una gestión adecuada de las migraciones. Para ello, precisó, ya cuentan con dos instrumentos: la Agenda 2030 y el Pacto Mundial de las Migraciones. José Luis Escrivá insistió en que "todos los países europeos van a necesitar de la migración" y remarcó la necesidad de una inmigración de carácter legal, teniendo en cuenta los estudios de algunos expertos en la materia que apuestan por la idea de que España precisará de una media de 270.000 migrantes anuales de aquí a 2050, debido a su proceso de envejecimiento.

"La migración contribuye al desarrollo y al bienestar de las sociedades y ayuda a superar los desafíos que pesan sobre los países o regiones de destino, como es el reto demográfico derivado del envejecimiento de la población", indicó el ministro. En España convergen todas las formas de migración (la de origen, la de tránsito, la de destino, la estacional y la de retorno). Por ello, el ministro indicó que están impulsando una visión integral de los movimientos migratorios, que va desde "el compromiso en la lucha contra las causas profundas de la salida de emigrantes de los lugares de origen a la plena inclusión de los emigrados en la sociedad española".

Al control y la vigilancia de fronteras y la cooperación con países de origen y destino, el ministro suma la promoción de vías de migración seguras, regulares y ordenadas y la creación de un marco integral de acogida e integración. "Hay que analizar las migraciones, conocer sus mecanismos y ordenarlas para establecer políticas migratorias legales, reguladas, seguras e inclusivas", matizó Escrivá, que tras su reunión en la cubre ministerial compareció ante los medios de comunicación. No cree que haya que elevar la edad legal de jubilación, que desde la reforma de 2011 sube progresivamente de 65 a 67 años, pero sí que se acerque a esas cifras la edad de jubilación real, que actualmente ronda los 64 años.

"Es un punto de partida perfecto y no creo que haya que tocarlo", dijo en referencia al cambio de 2011, pero añadió que lo que se debe intentar "con los incentivos correctos" es conseguir que "la edad efectiva de jubilación se acerca a la edad pactada en 2011", que actualmente está en 65 años y 10 meses y que alcanzará los 67 años en 2027.A su juicio, el problema de financiación de las pensiones a medio plazo "es manejable", "no hay que generar preocupación" y el lugar para buscar soluciones es el Pacto de Toledo.