El coruñés Carlos García Martín, presentado el pasado viernes como comprador de Isidro 1952, acumula una trayectoria empresarial centrada principalmente en la hostelería y las ópticas y salpicada de condenas judiciales. El empresario, que el pasado noviembre adquirió la empresa de rótulos Feca-Neón y que, según él mismo asegura, ultima la compra del grupo Ipasa con la cadena de panaderías Sanbrandán, tiene antecedentes penales por delitos de estafa y falsificación. Así consta en documentos judiciales a los que ha tenido acceso este periódico.

La marcha atrás en la operación de compraventa de la pesquera Isidro 1952 coincide con las quejas de los empleados tanto de Feca-Neón como del Centro Óptico Gallego „de los establecimientos de la plaza de Galicia y de la calle de la Torre„, que denunciaran en declaraciones a este periódico el impago de sus nóminas, una situación que García Martín ha negado. El empresario también estuvo procesado en 2003 por urdir una estafa bancaria en la que llegó a utilizar un nombre falso, José Carlos Díaz Velo, para hacerse pasar por director territorial para Galicia de una supuesta entidad bancaria denominada American Credit & Business Bank (A. C. Bank), como publicó el martes el portal Economía Digital. Respecto a este episodio, García Martín señaló que fue un "error" de hace 20 años y se mostró dispuesto a "dar la cara" acerca de su pasado. El supuesto comprador de Isidro 1952 se presentó el lunes ante los trabajadores „introducido por el hasta ahora dueño, Pablo García-Gascó„ y les expuso su pretensión ubicar esta "firma con solera coruñesa" en el "lugar que le corresponde", un reto que calificó de "apasionante". "Vino a vendernos la moto", considera el secretario xeral de la Federación de Industria de CCOO en A Coruña, Arturo Julián, sorprendido de que la compraventa se haya frustrado sin una explicación clara después de que García Martín hubiese actuado ese día como dueño de la firma pesquera, llegando a firmar como tal el acta de la negociación del ERE. Julián relaciona la marcha atrás de la operación con las informaciones sobre los problemas de solvencia de García Martín, quien trata también de cerrar a la vez la compra de Ipasa.