Vuelta de tuerca en el conflicto laboral de Isidro 1952, heredera de Isidro de la Cal. La histórica firma pesquera coruñesa, en situación de insolvencia, vuelve a poner sobre la mesa el expediente de regulación de empleo (ERE) con el que pretende ejecutar 136 despidos y recortar la plantilla un 60% a las puertas del concurso de acreedores. El presidente y hasta ahora propietario, Pablo García-Gascó, comunicó a la representación de los trabajadores que la venta de la compañía firmada la semana pasada con el empresario coruñés Carlos García Martín no se materializará por incumplir el comprador parte del contrato. Según ha podido saber este periódico, no se habrían dado garantías de pago suficientes. García Martín participó en la reunión del ERE del pasado lunes en calidad de nuevo dueño y prometió al comité retirar el expediente para mantener los 223 empleos, dar marcha atrás a la modificación de condiciones laborales impuesta este mes y pagar las nóminas pendientes. Este empresario posee Feca-Neón y Centro Óptico Gallego, cuyas plantillas denunciaron en declaraciones a este periódico que llevan meses sin cobrar sus salarios: nueve meses en el caso de las ópticas y desde noviembre „cuando compró la empresa„ en el caso de la fábrica de rótulos.

Fuentes próximas a García Martín indicaron que la compra de Isidro 1952 está firmada y solo falta elevar el contrato privado a público, por lo que sostienen que "en principio" la operación sigue en pie. Sin embargo, García-Gascó se reunió el martes con el comité de empresa para "comunicar que la venta no se va a materializar" debido al "incumplimiento de una cláusula" por parte del comprador, sin concretar en qué punto se ha frustrado el acuerdo, explica el secretario xeral de la Federación de Industria de CCOO en A Coruña, Arturo Julián. La empresa no ha querido confirmar ni desmentir esta información.

Prórroga del ERE

El desconcierto es patente entre los trabajadores, a quienes el propio García-Gascó comunicó el pasado viernes que García Martín había comprado la empresa y levantaba el ERE. El lunes, fue presentado como nuevo dueño y actuó como tal en la reunión de negociación del ERE, en la que prometió pagar las nóminas atrasadas en un máximo de 30 días y pactó una prórroga del periodo de consultas „finalizaba ayer„ para tramitar la retirada del expediente. La siguiente reunión está marcada para el jueves 30.

Isidro 1952 admite una deuda bancaria de 27 millones de euros y la Xunta asegura que la firma le adeuda otros 23 millones (en avales que por el momento no fueron ejecutados y en préstamos participativos), a los que hay que sumar las reclamaciones de proveedores y otros acreedores. Este agujero financiero junto con la pérdida de contratos con grandes firmas de distribución como Lidl el año pasado (que redujo los ingresos de forma notable) precipitó en septiembre la entrada en preconcurso de acreedores de esta firma dedicada en la elaboración de sushi en su planta Espíritu Santo (Cambre) y la cría de pescado en las piscifactorías de truchas de Carballo, Baio y Ouro, el criadero de rodaballo de Lorbé y el de besugo de Valdoviño.

Los tres meses de gracia que otorga el preconcurso finalizaron el pasado día 12 sin acuerdo con los acreedores, lo que abocó a la compañía a solicitar la semana pasada su intervención judicial para tratar de aligerar su deuda y salir de la situación de insolvencia. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña tramita el expediente para asignar en los próximos días un administrador concursal que tome el control de Isidro 1952.