La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, expresó ayer su respeto por la renuncia de Jordi Sevilla a la presidencia de Red Eléctrica (REE) y negó que ella haya influido en esa decisión: "Tenemos mucha rumorología, pero jamás ha habido una injerencia por parte de esta ministra". "Es un señor al que conocemos todos, con una gran capacidad expansiva en términos de comunicación, y si no se siente cómodo en el contexto que dice, de las referencias externas del contexto regulatorio, quizá es comprensible que se vaya", afirmó ayer.

Ribera agradeció a Sevilla su esfuerzo por consolidar la empresa, que calificó como una de las "joyas de la corona" del Ibex 35, y sostuvo que REE necesita una relación fluida con el Gobierno. Así, defendió que ahora "lo más importante es que esta empresa, en pleno proceso de cambio, de apertura y de introducción de nuevas actividades, recupere la tranquilidad".