Una de las variables que permiten analizar las diferencias entre empresas familiares y no familiares es su comportamiento a la hora de financiar sus proyectos de inversión. La estructura financiera de una empresa está compuesta de dos elementos: la financiación propia „a través de los recursos de la empresa„, y la financiación de terceros, que representa la deuda de la compañía ante las entidades financieras.

El análisis realizado por el investigador Alejandro Domínguez, bajo la supervisión de Elena Rivo y Santiago Lago, responsables de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Vigo, demuestra que las empresas familiares suelen caracterizarse por contar con un mayor nivel de financiación propia que las no familiares y que esta característica ha determinado su comportamiento ante la crisis y la recuperación económica.

El estudio realizado en torno a la década 2007 y 2017 recoge el comportamiento de las 100 mayores empresas familiares gallegas y las 100 más grandes no familiares y analiza la evolución de la ratio de deuda con entidades de crédito entre activo total. Esta ratio permite conocer el nivel de riesgo que asume cada tipo de compañía. Las familiares presentan, de media, mayor prudencia a la hora de endeudarse y por consiguiente su balance es, también, más conservador que el de las no familiares, más propensas a recurrir al endeudamiento externo.

El nivel de riesgo se acentúa en los primeros dos años de la crisis (2007- 2008) en los que la media de las empresas no familiares superaba el 30%, mientras que en las familiares no llegaba al 25%. Estos datos revelan una mayor vulnerabilidad de las empresas no familiares a los cambios de tipos y a las turbulencias financieras del momento.

Medición de riesgo

La crisis económica obligó a muchas compañías a modificar su estructura financiera, tanto a causa de las dificultades para acceder al crédito, como para aumentar la financiación a través de recursos propios y reducir así los niveles de riesgo y aumentar el control de la empresa. En este sentido el estudio permite una observación en el tiempo de la ratio de la deuda que a su vez posibilita la medición de riesgo que soporta la empresa y la capacidad de ésta a asumir el pago de su deuda.