Derogar el despido por bajas médicas es para el Gobierno un asunto de "derechos humanos", tal como lo definió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, aseguró hace tres días que la intención es llevar al próximo Consejo de Ministros, el martes 11 de febrero, la derogación del artículo 52.d que ampara el despido por acumulación de bajas médicas. La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, precisó que existe un "amplio acuerdo social" para suprimir este artículo aunque remarcó que "no hay ninguna decisión respeto a la fecha". Esto quiere decir que no existe un acuerdo entre los socios de gobierno respecto al plazo, pero sí acerca de la eliminación de un apartado del Estatuto de los Trabajadores que saltó a la primera línea mediática el pasado octubre, cuando el Tribunal Constitucional avaló su legalidad, siendo uno de los últimos coletazos de la última reforma laboral del PP. Este mecanismo, introducido en el 2012, permite a las empresas despedir a un trabajador que acumule más de una baja; siempre que estas excedan el 20% de las jornadas hábiles en un periodo de dos meses y el 6% en un periodo de 12 meses. El cese se salda como un despido objetivo, lo que se traduce en una indemnización de 20 días por año trabajado y no permite impugnación judicial. El TC justificó la norma como legítimo mecanismo para controlar el absentismo y no vulnerar la libertad empresarial.

"No entendemos que la compañía sea todavía incapaz de comprometerse a no aplicar un artículo que, además de injusto, tiene los días contados", sostiene el presidente del comité de empresa de Extel en A Coruña, David Toural (CGT), que ayer se reunió con la dirección de esta firma de telemarketing perteneciente a ABS desde el 1 de enero. ABS, representada ayer por la responsable de Recursos Humanos, Marta de la Higuera, dará una respuesta el lunes „un día antes del Consejo de Ministros„ sobre esta reivindicación, pero se negó a readmitir a las cuatro trabajadoras despedidas por este motivo.

Los sindicatos denuncian que la empresa tampoco admite los justificantes médicos por reposo, "tal y como era costumbre desde hace años, obligando así al personal a coger bajas de un día con el único fin de ejecutar despidos por absentismo".

No existe una estadística oficial que detalle cuántos despidos como los de Extel se han producido desde la entrada en vigor de ese artículo 52.d. Varias fuentes jurídicas consultadas coinciden en señalar, así como expresó una magistrada del TC en su voto particular en la sentencia, que las mujeres son más susceptibles de ser despedidas mediante este mecanismo. Por una cuestión estadística (acumulan mayor número de bajas) y por tipo de bajas (dolencias más cronificadas y bajas fruto de asumir más peso de las responsabilidades familiares).

Si bien han salido a la luz, principalmente tras la sentencia del TC, múltiples casos y de diferentes ramos, hay ciertos sectores, como el de los centros de atención telefónica, donde sí hay constancia de su empleo antes del fallo del Constitucional y de manera sistematizada.

La derogación del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores se ha excluido de la negociación entre el Gobierno y los agentes sociales, pues tiene el apoyo unánime de los sindicatos y la patronal no ha manifestado su oposición. Sea o no el próximo 11 de febrero, está previsto que se lleve al Consejo de Ministros y, cuando el real decreto se apruebe en el Boletín Oficial del Estado (BOE), dicho mecanismo quedará suprimido. No obstante, ¿qué pasará con aquellas personas que han sido despedidas hasta la fecha invocando el 52.d? "Esto solo lo pueden decir los jueces", trasladan fuentes del Ministerio de Trabajo. La ley que se ultima desde las oficinas dirigidas por Yolanda Díaz no será de carácter retroactivo, pues jurídicamente ello no es posible, según afirman esas mismas fuentes.

TESTIMONIO

Adriana Ampueda: "Cuando me despidieron, me sentí burlada, fue una trampa demasiado ruin". Adriana es una de las cuatro trabajadoras despedidas por Extel desde que el Constitucional avalase, en octubre, la extinción de contrato laboral por bajas intermitentes justificadas. La última de ellas, una gripe que le causó fiebre y afonía, "nuestra herramienta de trabajo", hizo que visitara a su médico de cabecera, que le recomendó tres días de reposo. Lee más sobre su caso.