El producto interior bruto (PIB) de la eurozona se incrementó en un 1,2% en 2019, mientras que el de la Unión Europea (UE) avanzó un 1,4%, de acuerdo con la segunda estimación publicada este viernes por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.

Las cifras confirman además la ralentización de la economía del continente en el cuarto trimestre, periodo en que el crecimiento fue del 0,1% tanto en el área de la moneda única como en el conjunto de los Veintisiete, dos décimas menos que en el tercer trimestre en ambos casos.

En el débil crecimiento en el área de la moneda única en el cuarto trimestre pesaron el mal desempeño de la mayoría de sus grandes economías, con una contracción del PIB del 0,3% en Italia y del 0,1% en Francia, y el estancamiento del indicador en Alemania.

Entre las grandes potencias, España fue la que más creció, un 0,5%, seguida de Holanda (0,4%), si bien los mayores incrementos del PIB en el área de la moneda única se dieron en Lituania (1,3%) y Chipre (0,8%).

En el conjunto de la Unión, los principales avances en comparación con el trimestre previo se observaron en Rumanía (1,5%), seguido de Lituania (1,3%) y Hungría (1,0%), mientras que la economía finlandesa fue la que más retrocedió (0,4%).

Alemania creció un 0,6% en el conjunto del año 2019

La economía alemana creció un 0,6% en el conjunto de 2019, pero se estancó en el último trimestre del pasado ejercicio, según los datos provisionales publicados este viernes por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

En los tres primeros meses de 2019, el producto interior bruto (PIB) creció un 0,5%, retrocedió un 0,2% en el segundo trimestre y experimentó una ligera recuperación entre julio y septiembre, del 0,2 %, frente al 0,1% que apuntaban los datos adelantados. El gasto público y el consumo privado perdieron notablemente dinamismo en el cuarto trimestre después de un tercer trimestre muy fuerte, señaló Destatis.

En cuanto a las inversiones, en el último trimestre mientras se invirtió mucho menos en equipamiento respecto a los tres meses anteriores, en el sector de la construcción y en otras instalaciones siguieron creciendo.

El desarrollo económico exterior actuó de freno de la economía en el último trimestre del año: así, según los datos provisionales, las exportaciones descendieron ligeramente respecto a los tres meses anteriores, mientras que las importaciones de bienes y servicios aumentaron.

En términos interanuales, la economía se ralentizó hacia final de año: así, el PIB subió en el cuarto trimestre un 0,3% -un 0,4% eliminados los efectos estacionales y de calendario-.

En el tercer trimestre, la economía alemana todavía había crecido un 1,1% interanual -un 0,6% sin tener en cuenta los efectos estacionales y de calendario-.