Si el Ministerio de Industria acepta las alegaciones presentadas por los gobiernos autonómicos de Galicia, Asturias y Cantabria al estatuto del consumidor electrointensivo, el listado de industrias que se podrían beneficiar de rebajas en el precio de la luz pasaría de 612 a 276 y las más intensivas en consumo energético, situadas la mayoría en el norte de España, obtendrían más compensaciones.

En las alegaciones acordadas por la Xunta, el Principado y el Gobierno cántabro tras escuchar las demandas de las grandes industria se fija una nueva caracterización del consumidor electrointensivo. En el anteproyecto presentado este mes por el Ministerio de Industria, el listón para beneficiarse de las medidas del estatuto se había situado en al menos un volumen anual de consumo de electricidad de un gigavatio hora (GWh) y la propuesta de Galicia, Asturias y Cantabria lo eleva hasta 40 GWh, que es exactamente la misma cifra que había fijado el Ministerio de Industria en su primer borrador del estatuto del consumidor electrointensivo.

Sobre ese primer listón, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) había hecho una estimación de beneficiarios que daba como resultado un total de 276 industrias. Eran más del doble de las 119 que podían acceder a prestar el servicio de interrumpibilidad eléctrica (mediante una subasta de lotes con bonificaciones en la factura de la luz), que hasta el pasado año era el principal instrumento que tenían los grandes consumidores de energía para reducir la cuantía de su factura de la luz a cambio de estar dispuestos a desconectarse de la red eléctrica en caso de necesidad del sistema.

En su segunda propuesta de estatuto del consumidor electrointensivo, la presentada este mes, el listón se bajó a un consumo anual de 1 GWh y el número de potenciales beneficiarios se elevó hasta 612 según las estimaciones del propio Ministerio de Industria. Cataluña es la comunidad autónoma más beneficiada con este incremento al pasar de 48 industrias beneficiadas con el primer borrador a 153 en el segundo. La Comunidad Valenciana también registró un fuerte estirón, al pasar de 23 a 94. Por contra Galicia pasó de 18 a 31, Asturias de 13 a 19, y Cantabria de 8 a 15. Además, para las industrias más electrointensivas, concentradas en el norte del país, se les fija la menor compensación por costes de renovables, de 0,56 céntimos el megavatio.

Empleos en la cuerda floja

Las principales empresas intensivas en consumo eléctrico del país presentaron esta semana sus alegaciones al borrador del estatuto, que sindicatos y patronal coinciden en tachar de insuficiente para solucionar la crisis energética que sufre la gran industria. La multinacional estadounidense Alcoa „que después de vender las plantas de A Coruña y Avilés ya solo opera en España en la de San Cibrao (Cervo, Lugo)„ advirtió en los últimos días de que "la producción de aluminio primario en España sigue siendo inviable con las medidas que propone el proyecto del real decreto" del Estatuto del Consumidor Electrointensivo. Esta incertidumbre pone en riesgo los 1.200 empleos directos del complejo industrial aluminero de A Mariña lucense, una cifra que se eleva hasta unos 2.000 al sumar los puestos de trabajo indirectos.

El borrador del estatuto también despertó las críticas de Alu Ibérica, la firma que engloba las dos fábricas que el fondo de inversión suizo Parter compró a Alcoa el pasado verano. La compañía denunció en un comunicado que la regulación del Gobierno "no sería suficiente para salvaguardar los empleos de los trabajadores de series de electrólisis en ambas plantas, 168 empleados en A Coruña y 155 en Avilés", por lo que estos 323 empleados podrían ser despedidos en agosto de 2021, cuando termina el blindaje laboral de dos años que Parter asumió al comprar las fábricas de Alcoa, en un proceso tutelado por el Gobierno. En total, la industria electrointensiva sostiene unos 5.000 empleos en Galicia según los datos que maneja la Xunta.